¿QUÉ ES LA MISERICORDIA (2)? FORMAR DESDE LA MISERICORDIA



2.CARACTERÍSTICAS DE LA MISERICORDIA

La misericordia es una característica esencial de Dios. Es su esencia: Dios-misericordia funcionando.

Consiste en salir de mí para que los otros sean en libertad, autenticidad y sentir con los demás. Que nunca un formando nos imite.

Ese “ser el que es” se hace en la medida en que se da. Anonadamiento.

Se da en la realidad misma, en la medida en que nos sentimos acompañados, acompañamos y permitimos que Dios sea en el encuentro. Con Él a través de mis hermanos/as. Las comunidades acompañan también. Debemos mantener comunidades vivas, donde se viva sabroso y de gusto estar.

Es una Gracia, aceptación de mí, de mi comunidad; es apoyo, es compasión, es cicatrización, (no hay generación más herida que la que nos está llegando hoy), es acompañamiento, es  solidaridad.
Como gracia hay que pedirla. Es aceptar la historia, la vida, todo. No olvidar la necesidad que tienen  los chicos/as de releer su historia en clave salvífica y de cicatrización.

Cuando hay un punto que duele, hay que quedarse en ese punto hasta que la cosa esté sana.

No contentarnos solo con las fichas para entrar en la propia etapa, porque lo hacen como haciendo tareas.

Los noviciados fueron pensados en el mismo esquema como espacios de silencio, de interiorización. No es invento de la Iglesia y Cristianismo, sino que ya los orientales lo tenían. Lo que hacen los monjes del desierto es terminar de acomodarlo; el noviciado es un tiempo para masticar mi vida y ver qué va fluyendo allí.

El apoyo es maternal, pero también es paternal. Es de la madre que pare la vida, que la gesta pero también del padre que corrige, que quiere lo mejor y transmite el estilo de un modo de proceder…el apoyo que damos: el que doy, el que me dan, y también los externos.

Nunca como formador/a hacer psicoterapia…el formador es caminante con, acompañante. La psicoterapia apoya pero no puede ser otra cosa.

Todo formador/a debe tener unos mínimos insumos de psicología, pero no todo psicólogo sirve para la vida consagrada.

La compasión es ese sentir con el otro, ponernos en el zapato del otro, pero no es alcahuetear ni vagabundear. Hemos de ser conscientes durante el crecimiento en la persona van saliendo muchas cosas…y si al final, hay que tomar la decisión de irse…hay que hacerlo.

Hay gente que les da miedo irse de la vida consagrada, por eso están llenos de ansiedad. Cuando salen a flote fragilidades grandes de hermanos que pasado el tiempo no hicieron proceso, después  hay que asumirlos.


La comunidad cristiana es el espacio donde puedo vivir la misericordia. Es una comunidad de amigos, hermanos. Esto se da con el caminar juntos.

A nivel humano hay que ser realistas. Nuestras comunidades somos grupos donde estamos personas con diferentes puntos de vista y esto nos lleva a conflictos y no con todo el mundo tenemos que ser grandes amigos/as.

Por eso está la convivencia y la coexistencia. La coexistencia es la capacidad que tenemos las personas para aceptar que los otros distintos a nosotros, estén en el mismo espacio pero no me involucro con la persona. Aquí entra el término tolerancia. No nos sometemos pero podemos estar. Socialmente coexistimos más que convivir.

Convivir es la capacidad que tenemos de aceptar a los otros, que aunque distintos nos implicamos con ellos;  en el  convivir no va la tolerancia sino la comprensión. Esto es más bonito. En nuestras comunidades tenemos hermanos/as que tienen su forma especial de ser.

Nuestro referente es Jesús, por tanto, vivimos en libertad y en disponibilidad. Esto hay que transmitirlo a los chicos/as.

Esta comunidad que sigue a Jesús en misericordia para actuar la misericordia y la solidaridad lo hace con todos pero en especial con el desamparado. La enfermería o las hermanas mayores son las salvadoras. ¿Qué misión cumple un miembro de la comunidad con una fragilidad? Es Cristo gritando misericordia.

Formar para la misericordia es formar para hacer hombres y mujeres comunitarios/as.

Cuando actúo con misericordia con el desamparado, soy comunidad contraste, unida en la diversidad por la acción del Espíritu. A veces las personas del servicio se dan cuenta antes que nosotros de las enfermedades de los hermanos/as.

Donde hay vínculos de amor y no de poder hay  comunidades que nos ayudan a formar desde la misericordia. Las responsabilidades que nos dan durante nuestra vida consagrada son servicios temporales. Debemos dar el máximo pero también debemos ir entregando.
¿Por qué los consagrados mayores se resisten tanto a que los jóvenes asuman responsabilidades?

¿QUÉ DEBEMOS TRABAJAR? LA NECESIDAD DE AMAR/SER AMADO son una misma necesidad. Necesito ser amado pero también necesito amar.

1.  Estar aquí y ahora: asumir la realidad aceptación. Vivir el presente. Jesús lo dijo: “vean los lirios y pájaros”…el pasado ya pasó, hay que ayudarlos a que estén aquí y ahora, aceptar la realidad, lucharla, trabajarla.

2.  Transformar el veneno en miel: Potenciar creativamente mi ser para el encuentro con el otro. Toda la amargura, agresión o energía negativa que tienen hay que ayudarles a que la transformen en energía para construir y esto solo se logra en el acompañamiento. Favorecer las aptitudes.

3.  Compartir: principio activo/formativo de la comunidad. Esto es hacer vida la Eucaristía, partirse y compartirse. Una vez a la semana juegos, película juntos, salir juntos una vez al mes…pobreza no es vivir con el hábito roto, eso es indecencia.

4.  Ser libre: plenitud en el vacío. Amor (Dios) que llena todo. Dejar a Dios ser Dios. Dejemos de pensar que Dios responde a nuestros caprichos. Dios se la juega en mi historia y en mi manera de asumir mi historia.


NIEVES MARÍA CASTRO PERTÍÑEZ. MAR (Sobre apuntes y reflexión de la semana de Formadores)

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