Cadena de Favores

Hay personas que piensan que por hacer algún favor deben recibir algo a cambio. Esto no es ayudar de manera desinteresada, al contrario, es tener algún interés detrás de esa máscara de servicio.

En cambio, hay otras personas que hacen favores sin pedir nada a cambio, simplemente por el gusto de ayudar a quien lo necesite. Y es ahí donde se cumple las palabras de San Pablo al decir que hay más alegría en dar que en recibir. Puesto que al ayudar al prójimo con todo el corazón y sin esperar nada a cambio ya Dios nos premia poniendo en nuestro corazón la satisfacción de haber puesto nuestra energía ayudando a otro que necesitaba de uno.

Por otro lado, muchas veces sin darnos cuenta al ayudar a otros estamos creando una “cadena de favores” de manera que al ayudar a una persona en algo que necesite esta queda muchas veces tan agradecida que el gesto que obtuvo queda grabado en su corazón y cuando se le presenta una situación similar toma la misma postura de quien la tuvo con ella. En breves palabras el: ejemplo arrastra. El bien que me hicieron yo lo tengo que compartir.

Si cada hombre y mujer en el mundo devolviera bien por bien y aún mejor: mal por bien, muy seguramente el egoísmo, la ambición, las discusiones, el odio, la falta de comprensión, etc. dejarían de tener tanta fuerza pues ya no se pensaría de manera individualista sino comunitaria. Habría en todo el mundo una “cadena de favores”.

 Jasmeiry De La Cruz

Novicia MAR

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