EL OLVIDO DE NUESTROS ANCIANOS

¡EL MUNDO QUE LOS NECESITÓ AYER, HOY LOS OLVIDA!
El destino de muchas  personas de la tercera edad hoy en día es el abandono. Es lamentable el olvido que tiene la sociedad para con la tercera edad, ellos son personas, historia conocimiento, personas que nos pueden entregar una infinidad de sabiduría y cosas útiles, tanto para el desarrollo propio, familiar y de la sociedad con una visión de fortalecimiento de la misma.

            El abandono  frecuentemente ocurre   cuando la familia se apodera de los bienes materiales del adulto mayor, aprovechando su fragilidad, falta de memoria o dependencia. El abandono cobra sentido cuando al dueño original se le ignora, o se le agrede (física o verbalmente) y en ocasiones se le desplaza de la familia llevándolo a asilos y albergues en contra de su voluntad o en último momento optan por lo más fácil  dejarlos en la calle.

Por consecuencia, las familias pierden a un miembro clave para continuar con el aprendizaje y la sabiduría por experiencia. Socialmente este comportamiento denota una pérdida de identidad y fomenta la extinción de la trasmisión cultural, de generación en generación, benéfica para el núcleo familiar y su identidad.
¿Cómo se pueden maltratar a las personas que nos lo han dado todo en nuestra vida? ¿Así se agradece? ¡Es desolador! Acordémonos de la frase “hoy por ti, mañana por mí”, ellos nos lo dieron todo en su momento ahora nos toca a nosotros darles lo que les corresponde.
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE EL ABANDONO DE LOS ANCIANOS
“Es una cosa fea ver a los ancianos descartados, es pecado. El anciano somos nosotros, dentro de poco, dentro de mucho. ¡Es feo ver a los ancianos descartados, es una cosa fea, es pecado! ¡No nos atrevemos a decirlo abiertamente, pero se hace!”.
CONSEJOS:
-         Déjalo vivir entre las cosas que ha amado…porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.
-         Déjalo contar sus historias repetidas porque se siente feliz cuando los  escuchamos.
-         Déjalo visitar a sus amigos porque entre ellos se siente revivir.

“El viejo no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es mejor” (Marco Tulio Cicerón)
Claudia Puac
Novicia MAR

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