¡SEMANA SANTA EN EL LLANO!


Esta Semana Santa estuvimos de misiones las tres novicias: Gloria Hernández, Jasmeiry De La Cruz y Yo, en compañía de las tres hermanas profesas: Elsa Gómez, Clarivel Cardona y Olga Vega. También contamos con la presencia de Ana María Bohórquez. Estuvimos distribuidas en las veredas de: El Toro, El Convento y El Palmar, pertenecientes al municipio de Trinidad, del departamento de  Casanare.
En la vereda El Toro estuvieron la hermana Elsa y la novicia Jasmeiry, en El Convento estuvo la hermana Clarivel, la novicia Gloria y Ana María y en El Palmar estuvimos la hermana Olga y Yo.
Llegamos a las veredas el domingo por la tarde y el lunes empezamos con nuestras actividades visitando a las familias, invitándolos a participar de las catequesis de cada día y al Triduo Pascual.
Los primeros tres días, impartimos la catequesis sobre lo que se celebraba en el Triduo Pascual y en los dos últimos realizamos las celebraciones correspondientes.
Puedo decir que mi experiencia en esta misión fue muy enriquecedora. Viví una Semana Santa diferente, aprendí muchas cosas de las actividades que íbamos realizando cada día, en cada una de ellas se manifestó el Señor de distintas maneras: en las personas, en la naturaleza, en mi compañera, en la familia donde nos hospedamos, en las situaciones que se fueron presentando, etc.
¿Tuve dificultades? ¡Claro que sí!  Pero mi confianza en Dios y  el cariño de la gente y por la gente fueron más fuertes que esas dificultades. El compartir con ellos me ayudó a valorar aún más mi fe.  
Algo que me pareció curioso es que hubo más participación de niños que de adultos. Pero al mismo tiempo me causó alegría de saber que Dios sigue tocando los corazones de los más pequeños. Creo que también es un gran reto para nosotras el seguir cultivando esta semilla en los niños y motivar a los grandes para que no pierdan su fe.
Percibo que es grande el trabajo que el Señor espera de nosotras como congregación ya que si nos permitió conocer a las personas de estas veredas es porque quiere que hagamos algo por ellos. Pero que esto solo lo podemos por la gracia de Dios y en compañía de la Santísima Virgen.
Esta experiencia  fue una gran bendición de Dios porque a través de ella me permitió compartir mi  fe con estas personas. Así mismo, ellos compartieron la suya conmigo.
Estoy muy agradecida con el Señor, con la congregación y con las hermanas encargadas de esta misión por haberme dado la oportunidad de tener esta grata experiencia.
                         ¡Mi corazón se llena de gozo con el Señor Resucitado!                             
                                                                                      Claudia Puac
                                                                                        Novicia MAR

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