Simplemente María.
Quizás desde muy pequeños a muchos de nosotros nos han inculcado un
amor especial a la Santísima Virgen
María y nos han enseñado a venerarla por medio de oraciones como lo son el rezo
del santo rosario, el ave María, el ángelus y otras de gran popularidad. Me
gustaría que nos detuviéramos en ese dulce nombre: María; de origen hebreo el
cual es muy común en todo el mundo y que al pronunciarlo nos lleva a pensar en
esa respuesta definitiva que ella dio a
Dios.
De María nos hablan los evangelios
y nos la presentan como la Madre de Jesús, la cual aceptando el plan de salvación
decide decir sí a Dios y emprender el camino para anunciar la buena noticia con
valentía y profundo compromiso. Ella es puente para llegar a Jesús y podemos
resaltar algunas de sus virtudes como lo son el servicio, fe, humildad, obediencia,
sencillez y en especial el amor a su propio hijo.
El papa Francisco en el siguiente
video nos muestra a María no solo como una Madre sino también como una Reina y
además nos dice que nadie puede prescindir de su madre ya que el amor de ellas
transforman cualquier situación que estemos viviendo y no solo las situaciones
sino que de igual manera nos transforman la propia vida.
Siempre me ha llamado la atención
la respuesta inmediata y radical de María en el momento de la anunciación del
arcángel san Gabriel: “AQUÍ ESTÁ LA ESCLAVA
DEL SEÑOR, HÁGASE EN MI SEGÚN TU PALABRA” y me pregunto: ¿cuál es mi
reacción o como le respondo yo al Señor ante el plan que él me encomienda? Esto
me lleva a tomar conciencia de mi amor a Dios y me invita a seguir descubriendo
lo que él quiere para mí, siendo generosa en esa respuesta y capaz de asumir la
propia vida desde la radicalidad, el servicio y la entrega generosa deseando
siempre dar más de mí misma.
Diana Patricia Gómez Saavedra
Novicia MAR.
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