Cinco valores agustinianos
Queridos lectores
vamos a profundizar sobre cinco de los muchos
valores agustinianos de los que San Agustín nos habla en sus escritos.
· La
interioridad: es la raíz de los valores del ser humano, consiste
en esa necesidad de regresar siempre a
la fuente para encontrar el verdadero
sentido y esencia de nuestra vida, pero también, es un autoconocimiento que nos lleva a dar una respuesta profunda al
mundo desde lo que siento.
· La libertad: es saber escoger entre el bien y el mal, quitándome
esas ataduras, nudos externos que me esclavizan y no me dejan ser yo mismo, ni vivir
una entrega total desde el corazón.
·La verdad: San Agustín estuvo siempre en una búsqueda constante de la verdad, para Él encontrarla era el anhelo más grande de su corazón, no se conformaba con la mediocridad o con un poco, él quería siempre ir más allá y cuando logró encontrarla se sintió pleno y completo, también en nuestro tiempo estamos invitados a no conformarnos sino por el contrario, a tener un encuentro con la verdad absoluta que lo llena todo (Dios).
·La verdad: San Agustín estuvo siempre en una búsqueda constante de la verdad, para Él encontrarla era el anhelo más grande de su corazón, no se conformaba con la mediocridad o con un poco, él quería siempre ir más allá y cuando logró encontrarla se sintió pleno y completo, también en nuestro tiempo estamos invitados a no conformarnos sino por el contrario, a tener un encuentro con la verdad absoluta que lo llena todo (Dios).
· La amistad: la comun-union nos lleva
a vivir una experiencia en completa entrega y compromiso , esto nos refleja una amistad como la de los discípulos con Jesús, quienes escuchando su llamada se deciden a seguirlo con alegría, en la vida agustiniana vemos ese modelo de fraternidad a la que todos estamos llamados a vivir desde el corazón representándolo en esta frase “ved que dulzura , que delicia convivir los hermanos unidos”.
a vivir una experiencia en completa entrega y compromiso , esto nos refleja una amistad como la de los discípulos con Jesús, quienes escuchando su llamada se deciden a seguirlo con alegría, en la vida agustiniana vemos ese modelo de fraternidad a la que todos estamos llamados a vivir desde el corazón representándolo en esta frase “ved que dulzura , que delicia convivir los hermanos unidos”.
· La caridad: el culmen de una entrega decida por el
evangelio, lo podemos encerrar en este valor: la caridad, pero una caridad verdadera, llena de vida, transparente,
total, que una, que de mucho fruto y que llegue a ser ese motor para nuestra
vida.
Invitación: hoy estamos llamados a darle vida a estos
cinco valores, no dejemos que se apaguen o que mueran, al contrario
alimentémoslos cada día.
Diana Gómez S.
Novicia MAR
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