DIÁLOGO INTERNO


Este diálogo no es más  que las conversaciones que tenemos con nosotros mismos en todo momento, aquella vocecita mental con la que siempre estamos interactuando, incluso como si fuese con otra persona que estamos hablando.

Todos los días desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos en continua actividad con este diálogo. Pero lo más curioso es que si prestáramos atención a lo que nos decimos a nosotros mismos nos daremos cuenta que es más el porcentaje de las cosas negativas que las positivas. Con una semana que le dediquemos a nuestro diálogo interior es más que suficiente para ver que esto que les comento es verdad.

Este tipo de diálogo ¿qué ventajas y desventajas pueden traer a nuestra vida? Todo depende de la calidad de la misma, si queremos conseguir éxito, digámonos cosas bonitas, positivas, que nos levanten el ánimo pero si queremos quedarnos en el fracaso y la frustración digámonos cosas que nos ofenden, que nos hieren, creo que todos deseamos el éxito, a nadie le gustaría ser un fracasado.
Por eso estamos a tiempo de cambiar nuestros diálogos negativos a positivos, educando nuestro interior y nuestra mente para que cuando caemos en la cuenta  de que no nos estamos estimando, podamos invertir o ver de otra manera lo que ha pasado.

Aquí les presento algunos ejemplos, espero que les pueda servir:
-Un Fracaso lo puedes llamar una Lección
-Un Error lo puedes llamar un Aprendizaje
-Una Traición lo puedes llamar una Experiencia
-Una Enfermedad lo puedes llamar una Señal Corporal.

Este diálogo interno tan simple como pueda parecer, juega un papel importante en el condicionamiento que recibimos para llegar a los resultados que queremos. Ya que si queremos hacer de nuestra mente nuestra aliada para el éxito debemos tenerlo siempre ocupado en pensamientos optimistas y positivas.
“No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que nos decimos acerca de  lo que nos sucede”  (Epícteto).
Claudia Puac
Novicia MAR



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