LECTIO DIVINA- XIV DOMINGO TIEMPO ORDINARIO Lc 10,1-12.17-20

                                     
LECTIO DIVINA
14º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (C)
lucas  10,1-12 17-20

  
CONTEXTO
La liturgia  de la  palabra de hoy  nos invita  alegrarnos de tener  a Dios como  Padre Consolador  que  derrama  en nosotros  como  un  río  la  paz,  y nuestros nombres  están  guardados en  su  memoria.  En la  primera  lectura el  profeta  Isaías  nos  muestra el AMOR,  comparando el amor  de Dios a su pueblo Jerusalén  como  un  niño en  brazos  de su Padre así   debe ser  nuestra confianza  y abandono en Dios,  pues  solo  él  es nuestra única gran  riqueza; en él lo  tenemos  todo  sí  confiamos  en su  providencia. San Pablo  en su carta a los Gálatas nos aconseja   gloriarnos  en Jesucristo  nuestro  Señor y a no poner  nuestras  fuerzas  en las  cosas  materiales que nos  llevan a  la  perdición.
La  mies es  mucha: Jesús en el evangelio de Lucas  nos recuerda la  urgencia  de la  tarea de anunciar  el Reino  de Dios,  nos  envía  como testigos  de su  amor a tantas personas que necesitan ser  consoladas pero sobre todo, a orar a Dios  que  envíe  más trabajadores  a su mies; todos somos enviados  y por  tanto colaboradores que vamos preparando  el terreno a Jesús.

 
 
DEL SANTO  ENVANGELIO  SEGÚN  SAN  LUCAS 10,1-12.17-20
Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir.2 Y les dijo: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.  3 Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos.  4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino. 5En la casa en que entréis, decid primero: `Paz a esta casa.'  6 Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. 7Permaneced en la misma casa, comed y bebed lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. 8En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan;  9curad los enfermos que haya en ella, y decidles: `El Reino de Dios está cerca de vosotros.' 10 En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid:   11 `Sacudimos sobre vosotros hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies. Sabed, de todas formas, que el Reino de Dios está cerca. 12 Os digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad. 17 Regresaron los setenta y dos, y dijeron alegres: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.»  18 Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.  19 Mirad, os he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada os podrá hacer daño;  20 pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos.»



quÉ dice el  texto
ü Designó   otros  setenta y dos  y los  envió. Jesús los  envía de dos en dos, representando  a la  comunidad. La misión  no  es individual  sino  de ayuda  mutua, comunitaria. Los  setenta y  dos   representan las naciones  paganas en  Génesis 10  (70 en el texto  hebreo llamado “masorético”   72  en  la Griega “ septuaginta” );  en  la  iglesia  primitiva  simboliza  universalidad. En este evangelio  podemos  ver  la vocación  a la  misión desde Jesús  todos estamos  llamados al  anuncio  del Reino. 
ü  La  mies  es mucha  y  los  obreros  pocos, rogad  al dueño  de la mies que envié operarios  a  su  mies.   Los setenta  y dos  misioneros  son insuficiente  para la  evangelización. Jesús  los invita a rogad a  Dios  con la  oración. La  primera  acción de los discípulos   es la  oración. Los  misioneros  necesitan fortaleza y  confianza  en  Dios porque  todo proviene de Dios y para Dios.
ü Mirad  que  os  envío como corderos  en medio de lobos. Puesto que la  misión  no es fácil hay que estar preparados incluso  para el fracaso;  los  misioneros  deben estar atentos  y  conscientes  de sus  debilidades  y fragilidades y  saber dónde está  su fortaleza.
ü No llevéis bolsa, ni  alforja, ni sandalias. Esta pobreza, que  en realidad es libertad de corazón, se notará  no sólo  a lo largo del  viaje  sino en su comportamiento  tanto  en las casas (comerán de lo que allí tengan) de esta forma se convive y se comparte  con la ciudad  entera, “Quien brillará ante el mundo no será el misionero sino Dios fuente de todo bien”.

ü “No saludéis  a  nadie en  el camino”  se refiere a  los amigos o familiares, en conversaciones que en el antiguo oriente se prolongaban indefinidamente, por lo tanto es una forma de volver atrás,  hacia las  preocupaciones  mundanas y perder la  concentración en el servicio de la  Palabra  de Dios. La misión tiene urgencia, no da espera  ni admite  distracciones ni pérdida  de tiempo.
ü Decid  primero la  paz  a esta  casa.    No se trata de un  signo  cualquiera  sino  de la  invocación   de las  bendiciones  del  evangelio que trata  prosperidad; es  la paz  anunciada desde la  noche  de la  navidad y está  abierto  para aquellos  que  estén abiertos  a  recibirla.  
ü Regresaron los  setenta  y  dos  alegres. Regresaron contentos no  solo  por  lo  que  han  hecho  sino  por  haber  recibido  el  don  de la  salvación,  la  comunión  con Dios,  que  es  alegría  de Jesús.  Hay  una  cierta  complementariedad  entre  lo  que  sucede  dentro  con lo  que  sucede  fuera,  entre  otros  y sí  mismos. Este  es un  aspecto  fundamental  del  ser  testigos  y  proclamadores  del Reino;  podríamos  llamarlo  la  victoria  de la  perseverancia. 


meditacion 
La  iniciativa de la misión parte  de Jesús y  su   envío  en  comunidad para   dar  testimonio del reino  de Dios, en  nuestros alrededores  pero especialmente  en donde más  se necesita  con  los  enfermos,  los  abandonados,  los tristes,  los  oprimidos, los  falta de fe. Hay  algo  muy importante  que nos pide que es la  oración  a Dios Padre para que envíe  más  colaboradores a la misión, la  oración  también  para que  nos acompañe, nos de fortaleza ya que  él  mismo nos advierte  que  la misión  no es fácil;   abran  persecuciones y  rechazo,  no porque  no estaremos a la  altura de la tarea que  nos encomienda sino porque  el  éxito  solo depende del  Señor  y de nuestra  disponibilidad,  no de nuestras capacidades individuales.  Seguir  sus  indicaciones nos  llevará a la plenitud y  a la alegría, de no llevar nada para el camino, no acumular y apegarnos a las cosas materiales. Esta es una invitación  de confiar  plenamente  en  él  que todo lo  proveerá; también nos invita  a compartir,  trabajo, comida, cultura, tradiciones, costumbres para  vivir  en  fraternidad como hermanos y por último  no gloriarnos de nuestros  logros, éxitos obtenidos, de nuestros  buenos  resultados de las acciones  realizadas. Recordemos   que el  mensaje de Salvación viene de Cristo y al  Él debe  dirigirse;  en  nosotros  solo debe  consumirse ese amor que  nos trasciende y nos ayuda a apasionarnos por el Reino  de Dios. 
oración    

Señor, como el  Padre te envió  tú me  envías con  humildad  a anunciar  el Reino a toda la  humanidad  que está tan  necesitada de tu  Salvación, tu  bondad  y misericordia para que  puedan  encontrarte y  encontrarse.  Te pido  que despiertes  en mí la  urgencia y la necesidad  de anunciar tu Reino que  viene; ponme  en caminos de los  pobres, los  desprotegidos, los  discriminados e indefensos;  ayúdame a no detenerme en caminos  de  falsos cumplidos, ser consciente, saber  custodiar mi corazón discerniendo mi misión de cada día.
contemplaciÓn   
Señor al  enviarnos al mundo nos  enseñas a observar dos cosas que son  muy  importantes  para nosotros;   como primer lugar, no  llevar nada para el camino,  ayudándonos  a estar  más   ligeros  de equipaje  y  nos  ayudas ser  libres en  los  apegos  y a no  acumular bienes materiales. Podemos  caer en la  tentación de poner  nuestro  corazón en ellos  y  quedarnos estancados,  no  avanzar  hacia  la  meta y  cumplir  tu  encargo  de llevar  la  paz y  el anuncio  de la buena  Noticia  hacia  todos  y para  todos.  El  no  saludar a nadie en el camino  no  quiere decir  que no  saludemos  y  que  estemos  totalmente  serios sino no dejarnos llevar por  la globalización que  estamos viviendo,  la  tecnología,   las  redes sociales,  las propagandas  de las  modas  y  el  consumo  de artículos;   esto  hace que nos  desviemos en cumplir  con  la  misión.

 gregoria maria chuc.  novicia MAR


FUENTES:  

Evangelio  ciclo c 2016 camino, verdad  y vida.

Lectio  divina  para   la  vida  diaria, Giorgio Zevini y Prier Girdano Cabra verbo  divino.

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