LECTIO DIVINA, IV DOMINGO DE CUARESMA- CICLO C, EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (15, 1-3.11-32)
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO CONTEXTO Durante la cuaresma, si caemos en cuenta, la Iglesia nos insiste por activo y por pasivo en la misericordia. Hemos llegado al cuarto domingo de cuaresma y la palabra de Dios hoy, nos vuelve a insistir en el amor que no conoce límites, el amor incondicional, la misericordia que reconstruye al ser humano desde lo más hondo de su ser. La Parábola del Padre Misericordioso, conocida por todo el cristianismo como “del Hijo Pródigo” comienza con el hijo menor y termina con el hijo mayor, tiene como centro la revelación de Dios como Padre que ama de manera enloquecida a sus dos hijos. En este tiempo de cuaresma hemos de aprender la lección que Jesús nos quiere dar con la Parábola que la liturgia nos propone hoy. Dios es exclusivamente misericordia, compasión, perdón, acogida. TEXTO Los publicanos y los pecadores solían acercarse a Jesús a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: “Ese acoge a los pecadores y ...