¡El tiempo vuela!
Increíble pero ya hace un año desde que llegué a
Colombia; me acuerdo con lujo de detalles la acogida y recepción en el
aeropuerto por parte de la comunidad noviciado: banderas, cartelera, flores y
mucha alegría…
Luego vino la adaptación e inculturación a mi nueva casa,
a mi nueva patria, fueron muchas las experiencias vividas, siempre de la mano de mi Padre Dios y de mi
amado Jesús, no me ha dejado un solo día sin disfrutar de su compañía, sin que
demostrara su gran amor para conmigo.
Me impresiono al ver las cosas tan grandes que Dios está haciendo en mí, un ser tan pequeño y miserable, ¡Que todo sea para tu honra y gloria, Dios mío!
Y ahora se aproxima la experiencia apostólica… Me abandono en tus manos Señor, envíame a donde quieras con tal que se haga tu voluntad.
Francisca Malveira, novicia.
Recibimiento en el aeropuerto
Ingreso al Noviciado
Con los niños de la parroquia
Apoyando a Brasil en la Copa de Fútbol 2014
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