¡Gracias, Señor! ¡Gracias, Colombia!
Gracias a Dios y a todas las
mediaciones que él ha puesto en nuestro camino; hemos vivido la etapa del
noviciado en Colombia y nos disponemos a salir hacia un nuevo destino.
Pensar en Colombia y en todas
nuestras hermanas de la Provincia de San Agustín, es pensar en la porción de
Dios que le busca y le ama; éste es el testimonio silencioso y atrevido de
tantas hermanas nuestras alrededor del mundo y de manera especial alrededor de
Colombia-Perú, que hablan y confrontan nuestro recién nacido “sí” en la
profesión de los consejos evangélicos; cada una de ellas motivan nuestra
búsqueda continua de la voluntad de Dios, aún en medio de desaciertos.
Junto a ellas, nosotras las
formandas que llegamos a esta tierra, caminamos hacia una misma meta ¡y qué
consuelo su acogida! Todas están siempre a la expectativa sobre todo espiritual
para que vivamos con profundidad la llamada-respuesta a la voluntad de Dios.
¡Gracias! …en la distancia
geográfica vivirá la convicción de que caminamos hacia una misma meta y que el
Maestro alienta cada uno de nuestros pasos junto al impulso amante que
despierta María, nuestra Madre, discípula fiel del Maestro.
Así mismo damos gracias a Dios por
todos sus hijos e hijas que en medio de las actividades apostólicas han
enriquecido nuestro seguimiento con el testimonio firme de fe y esperanza en
Dios aún en medio de la enfermedad, desempleo, problemas familiares, vicios,
discriminación, etc. ¡Dios bendiga y
sostenga ésta fe!.... Gracias a todos nuestros hermanos amigos, familiares de
hermanas, integrantes de FRAMAR
¡Gracias, Señor! ¡Gracias, Colombia!
En Jesús y María, siempre unidas en la caridad.
Brenda Ovalle Hernández, MAR
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