Una propuesta que termina dando sentido a la vida


 Hablar de una propuesta de vida, como es la  Vida Religiosa en pleno siglo XXI, para muchas  personas es algo inconcebible, esto debido a que en la sociedad este tema es muy poco conocido tal vez porque no concuerda con las expectativas que ofrece el mundo. Por otra parte, hay personas valientes y decididas que buscan algo que el mundo no puede ofrecer, y a esto lo podríamos llamar una «Felicidad Absoluta» a la que toda persona aspira, aunque muchas veces lo quieren hallar por diferentes caminos o incluso en cosas efímeras y pasajeras que ofrecen una felicidad momentánea. 

Las personas que sienten esta inquietud y andan en búsqueda del sentido de su vida, encuentran tan anheladas respuestas en Dios, al cual una vez que se le encuentra es imposible ignorarlo pues transforma por completo el ser y la integridad de la persona, produciendo en el interior de la misma algo que humanamente sería imposible explicar pues solo se reconoce que este encuentro da un nuevo sentido a la vida haciéndonos ver como Él sin nosotros saberlo siempre ha estado presente en nuestra historia personal y es tan evidente su obra en ella que se hace imposible ver un futuro sin su presencia transformadora y renovadora.
Para ello también Dios no actúa en la persona sin su consentimiento ya que Él respeta la libertad del ser humano pues solo puede obrar cuando encuentra un corazón abierto, capaz de amar y de dejarse transformar por Dios. En este encuentro se produce un cambio gradual en la persona que lo lleva a reconocer a Dios en su vida, reconocerse como hijo de Dios y por consiguiente, esta persona ha de ir configurándose con Él para a su vez darse a los hermanos mediante el servicio desinteresado y comprometido.
Gloria Hernández.
Novicia MAR.


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