BEBÉS CONDENADOS A MUERTE



Un gran número de bebés inocentes, son condenados a muerte en el mundo a través del aborto (privación de nacimiento, parto anticipado, la muerte del no nacido en cualquier momento del embarazo), por las leyes y decisiones de los hombres. Esto se considera como un grito que nadie escucha.
Se estima que los abortos anuales en el mundo son aproximadamente sesenta millones. Por tanto, se ha denominado "industria del aborto" a una variedad de métodos que se utilizan con este fin.

Esto se ha vuelto una norma de vida en aquellas mujeres que de una u otra manera lo practican sea cual sea la razón.
Pero nuestra tarea no es juzgarlas sino ayudarlas cuando tengamos la oportunidad de hacerlo, no seguir apoyando las leyes que están a favor de este crimen.

Muchas veces juzgamos y condenamos a los asesinos que están en las cárceles y no nos damos cuenta que matar a un ser indefenso desde el vientre materno es lo peor que se puede ver en esta vida.
Mamás, el embarazo dura 9 meses y trae un hijo como bendición, y el aborto dura un segundo y la muerte del bebé causa una herida en el alma para toda la vida. Lo podrán sacar del vientre materno pero no de la mente ni del corazón.

A los que apoyan el aborto, en vez de hacer este mal deberían buscar otra solución mejor para ayudar a estas mujeres con un embarazo indeseado. Porque en vez de hacer un bien se está matando a dos personas al mismo tiempo, al bebé y a la mamá, porque la mayoría o todas si puede decir, las que han abortado andan por el mundo muertos en vida porque llevan en su conciencia la dolorosa pena del aborto, vagan por el mundo sin sentido, encontrando cada vez más vacíos hasta la muerte.

Jesús y María nos dicen: cuando me veas, en una mujer embarazada, no me des la espalda, cuando más pequeño e indefenso estoy en el vientre de una mujer, ayúdame a nacer.



Claudia Puac
Novicia MAR

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No llores si me amas. Carta de San Agustín a su madre (Santa Mónica).

LECTIO DIVINA- IV DOMINGO DE PASCUA-CICLO B- JUAN 10, 11-18

La Regla de San Agustín, Introducción y comentario de Nello Cipriani, OSA