LECTIO DIVINA QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (6,17.20-26)

“Dichosos los pobres: ¡Ay de ustedes los ricos!”

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente.
Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente.
Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas.
Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas.
Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. Amen. (San Agustín).
CONTEXTO:
El evangelista San Lucas nos expone que Jesús baja del monte después de estar en oración con el Padre y escoger a sus discípulos. Llega a un lugar llano donde encuentra a una gran multitud procedente de todas partes (pobres, enfermos, atormentados: que quieran tocar a Jesús para ser curados). El mensaje de Jesús lo dirige en primer lugar a sus discípulos, pero esto no excluye a las personas que buscan a Jesús con sincero corazón.
TEXTO:
Evangelio según San Lucas 6,17.20-26.
Elegidos los doce apóstoles, Jesús bajo con ellos de la montaña y se detuvo en un llano. Había allí una gran cantidad se discípulos y mucha gente del pueblo, proveniente de todo el país de los judíos y de Jerusalén y aun de la costa de Tiro y Sidón. Jesús dirigió la mirada hacia sus discípulos y dijo: “Dichosos los pobres, porque el Reino de Dios es para ustedes. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Dichosos cuando los hombres los odien, los excluyan de su compañía y los insulten, y aun rechacen su nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de júbilo, porque en el cielo tienen reservado un gran premio. Así trataron los padres de esa gente a los profetas. “En cambio, ¡Ay de ustedes los ricos, porque ya tuvieron su felicidad! ¡y de ustedes los que ahora están satisfechos, porque pasaran hambre! ¡Ay de los que ahora ríen, porque tendrán que sufrir y llorar! ¡Ay, si todo el mundo habla bien de ustedes! Así trataron los padres de esa gente a los falsos profetas”.

QUE DICE EL TEXTO:
Las bienaventuranzas de Lucas llaman la atención por su brevedad (son solo cuatro, en comparación con las de Mateo); brevedad que está compensada por los cuatro: ”¡Ay de ustedes!” paralelos, que no se encuentran en Mateo. Llaman también la atención por su redacción en segunda persona del plural, lanzada directamente a los oyentes, y por el acento social que tienen las bienaventuranzas mismas. Si esos “ustedes” se encuentran ahora en situación de pobreza, de hambre, de llanto y de preocupación, la bienaventuranza de Jesús es para ellos.
En cambio, si se encuentran en las situaciones opuestas, aunque se consideran discípulos, están bajo la amenaza del “¡Ay de ustedes!” Deben verificar en seguida su seguimiento de Cristo, para que no sea sólo hipocresía, y lo deben medir por el amor activo que muestren para con los hermanos pobres, hambrientos, para con los que sufren o son perseguidos.
P. Carlos Soltero.

LO QUE ME DICE EL TEXTO:
·    Me lleva a hacer una REVISIÓN de vida, puesto que al ser seguidora de Cristo no es garantía para pertenecer al grupo de los “bienaventurados”, puesto que, como cualquier persona, también soy propenso a caer en la comodidad, instalación, buscar la fama, ser indiferente a mi prójimo. Convirtiéndome en uno de “los falsos profetas” que hace referencia el Evangelio.
Me lleva a VISUALIZAR la realidad actual por la que pasa la sociedad, ya que son muchoslos hermanos que claman justicia, mueren de hambre, personas que se desplazan de un lugar a otro buscando una mejor vida… El mundo entero clama a Dios y a su vez exige de nosotros los que nos llamamos “discípulos” de Cristo, mas entrega, testimonio coherente. “más obras y menos palabras”.

¿QUÉ LE DIGO YO DIOS?:
Padre, tú me invitas a seguirte, haz que no olvide nunca está gracia y la responsabilidad que imprime esto en mi entrega para poder servir a mis hermanos.
Enséñame a dejarte obrar en mi vida, para llegar a pertenecer al grupo de los bienaventurados, también dame la gracia de ponerme bajo tu mirada para evaluar las motivaciones e intenciones al realizar cada acción.

   FUENTES:

Gloria Hernández
Novicia MAR

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