FUNDAMENTOS ANTROPOLÓGICOS Y PSICOLÓGICOS (II) FORMAR PARA LA MISERICORDIA
El yo debe estar y buscar la libertad. Las decisiones fundadas
en la libertad, si y no pero a hondura. La libertad la encuentro cuando estoy
con el yo y le digo: “no me dejo condicionar y quiero que tú seas y que yo sea”;
por ello tengo que ponerle nombre a todo. Soy libre cuando el otro acepte que
sea como es y quiere ser. Cuando el yo y el tú se relacionan con esa libertad
tiene sentido la opción por la vida comunitaria.
Este es el engranaje antropológico que hay que trabajar con los
formandos/as.
Antes de presentarle la congregación hay que presentarle su
vida, la de los otros y su relación entre todos.
Los procesos de conocimiento tienen que servir a estas bases:
desde el aspirantado al noviciado. Ya vienen equipados.

DE LO ANTROPOLÓGICO A LO SOCIAL
Lo que yo espero de mi vecino es que me ofrezca la imagen de mi
humanidad; que me demuestre su estima proclamando mi humanidad. Este frágil
reflejo de mí mismo en la opinión de los
otros tiene la consistencia de un objeto y entraña la objetividad de un fin
existente que limita cualquier pretensión de disponer por las buenas de sí
mismo: ésta es la objetividad en la cual y por la cual puedo yo ser reconocido.
SENTIDO SOCIAL
La antropología nos dice que con esta estructura estamos
llamados a abrirnos a la convivencia y a la coexistencia.
Eje de la pertenencia o identidad. Todos los chicos vienen de un
contexto familiar, cultura, procesos que le han ido dando pertenencia y
valores. Esto es tan válido cuando se encuentra con los otros, que es el eje de
la alteridad. Cuando me afinco en mi ser española, cuando entro en relación con
las otras culturas, que también son válidas, y aquí se configura y con esto
llegan nuestros chicos/as a las congregaciones. Y nosotros cometemos una de las
brutalidades y es negarle su pertenencia y cultura.
Nos gusta homogeneizar a la gente. Todo el mundo sabe que los
curas y monjas somos de una determinada manera (vestido, conducta). Ciertamente
hay que ayudarles a que se apropien un modo de proceder, pero manteniendo su
pertenencia.
El conflicto (choque en relación con el otro) es que me permite
crecer como persona y en mi formación.
SALIDA DE LA CONFRONTACIÓN
¿Cómo entrar en una vivencia común donde la misericordia es el
hilo conductor?
Racional: es cuando logro comprender quien soy y de dónde vengo,
que me lleva a construir algo común, perseguir metas y esto para romper el ego.
El problema central en el ego es creer que soy el centro y el único. Creer que
el mundo gira en torno a mí. Esto lo hago en una dimensión razonable porque
comprendemos que no podemos estar jalonados por el ego, y porque cuando me uno
a otros, percibo un bienestar de vida. Bienestar es también cómo estoy ubicada
ante esta realidad, y obviamente en este proceso me interno en un cuerpo que es
la lógica de la Trinidad.
MANCUR OLSON DICE:
El logro de cualquier meta común
o la satisfacción de cualquier interés común significa que se ha proporcionado
un bien público o colectivo a ese grupo. El hecho de que una meta sea común en
un grupo significa que ninguno de sus miembros queda excluido del beneficio o
la satisfacción derivados de su logro. Nuestras generaciones vienen muy pegados
a lo superficial, con complejos de fundadores desde pequeños. Que una persona manifieste
creatividad y sea propositiva es bueno, pero que no se le olvide que está en un
cuerpo, porque allí tendremos los problemas.
Siempre atentos a todo lo que los chicos/as van manifestando. Desde
pequeños manifestamos obsesión por el
poder y por lo material. Integralmente la misericordia es la que ve todo. Esto
es clave.
FUNDAMENTO PSICOLÓGICO DE LA MISERICORDIA
La
única manera de ver mi discernimiento es ver qué siento, porque allí veo por
dónde me va llevando Dios. Primero detecto mi sentimiento natural y después mi
sentimiento espiritual.
Los
sentimientos son claves. Cuando uno siente es por algo; no se siente porque si,
sino porque algo está pasando. Los chicos/as son pésimos en esto porque
crecieron solos. Son una generación pegados a celulares; al mal uso del
internet en lo afectivo sexual. La solución no es quitar el internet.
Si
no formo en la libertad responsable y la autenticidad no hago nada. Y si se equivocan,
no pasa nada, se abre el diálogo. Lo peor es que se acostumbre a la vigilancia
y el control[1].
El
fundamento psicológico tiene en el centro
la historia de cada persona y cómo esta historia permite un equipamiento
que es la madurez procesual y paulatina que el ser humano va adquiriendo. En la
formación hay que ayudar a equiparse. Este equipamiento consiste en integrar
muchas dimensiones que nos constituyen:
Que
el ser humano es ante todo polivalente; somos diversidad de factores y
experiencias y diversidad de perspectiva porque el mundo es polivalente, es
diverso.
También
somos antivalentes: ninguno se completa en algún momento de su vida y dice que
no es antivalente, con opuestos complementarios…así como un día amo, al otro
día rechazo, y esto va marcando nuestras decisiones y nuestros procesos de crecer
ante la poli y antivalencia. El valor que debemos cultivar es la libertad; es estar desconectado de todo lo que me ate y condicione
y es soltar amarras. Esta poli, anti y libertad tiene un arraigo sociocultural
que no lo puedo desconocer. Ejemplo: chicos/as que vienen de extracción popular
y se encuentran que las condiciones de nosotros son mejores que las de su casa;
eso confronta, incluso nosotros, en nuestras familias puede suceder igual.
En
el proceso de formación es ver cómo se relaciona con su familia, gente y región.
Si la persona no se preocupa por la familia, hay que poner el ojo que porque algo
está pasando. Optamos por Cristo, pero desde un contexto que se nos reveló en
el seno familiar.
Estamos
en un contexto donde la familia forma parte fundamental de nuestra
consagración.
Esto
es cómo el otro, la alteridad, me permite configurarme; el que está en la pastoral, en el estudio, en la comunidad,
que me hace confrontar mi vocación porque siento atracción; eso me ayuda a
equiparme.
El
voto de castidad se refuerza cuando por ejemplo me enamore, pero soy capaz de
confrontarme y decir: “me gustas, pero ya yo opté”.
1. Todos vivimos en permanente necesidad
de todos: necesidades
que nos van afincando: ser reconocido, etc. Cuando soy un ser necesitado,
tiendo a ser un ser dependiente. Frente a la necesidad el seguimiento de Jesús
pide libertad.
2. el ideal y el proceso: nuestros chicos/as llegan con grandes ideales
y se les olvidan que todo en la vida es un proceso. Una persona siempre
frustrada porque no logró sus ideales, vivirá como un ácido.
3. la plenitud y el sufrimiento: la plenitud relacionada con la pasión. Esté
donde esté muestro que llevo una vida en Dios.
4. vida y muerte: sabemos lo que es morir y resucitar día a
día…muero a mi egocentrismo, reviso en la noche donde transparente a Dios y al día siguiente trato e resucitar corrigiendo el error cometido que nos llega a
mirar.
5. lo absoluto y lo relativo: la congregación no es el absoluto, lo absoluto
es Dios y lo que soy capaz de hacer por él y ahí la congregación se me
convierte en relativo. Los chicos por cualquier bobada se quieren ir, porque el
absoluto lo ponen en las cosas relativas.
6. gracia-pecado: en Cristo el pecado se vuelve en oportunidad.
Al pecado hay que saberlo transformar. Mis talones de Aquiles son transformados
por Dios. El genio de M. Teresa Calcuta
lo transformó en entrega. Pudo transformar su talón de Aquiles. Fue la primera
en recoger enfermos de sida. Hay peligro en los grupos que no tocan el fondo de la persona.
En
esta experiencia Dios se me autocomunica y desde ahí me realiza a nivel humano
a la máxima expresión y esto lo hace en los ciclos vitales.

De 18-25 años: de la adolescencia a la adultez. Nos abrimos a otra experiencia de vida, decisiones, responsabilidades. Mayoría de edad, participación; otro rol. Aquí termina la consolidación pero viene:
25-40: La crisis de realismo: lo que yo buscaba no se me dio como quería y
buscaba. Al Joven adulto, en la vida consagrada le empiezan los roces,
envidias, superior manipulador, o que usa el poder, empieza la miseria
humana….esto es lo que es…muchas congregaciones ya han hecho profesión
perpetua…damos votos a gente que no ha
hecho su primera crisis. La etapa posnoviciado es la de de mayor deserción porque todo empieza
a desmoronarse y la persona en esta crisis entra en la etapa de joven adulto
porque asumimos responsabilidades, y ahora más rápido.
De aquí entre los 45 y 55: viene la crisis de la mitad de la vida. A
las mujeres nos llega el aviso…etapa donde nos preguntamos: esto: ¿ha valido la
pena? Empezamos a buscar referentes por fuera. En los hombres se manifiesta en
cierres de etapas: enfermedad, cambios, etc.
A
los hombres les avisa en sus afectos.
Dice
Garrido que esto nos lleva a la crisis de reducción: 60-65
años ya cambia todo: las congregaciones nos jubilan. Estas realidades
marcan una crisis también que va a implicar mucho. En las experiencias de
crisis sentir la misericordia es más difícil y darla también es más difícil.
Aquí el refuerzo es lo espiritual y el acompañamiento con fuerza, pero es donde
menos nos queremos dejar acompañar.
Adulto
anciano: es la llamada hora del creyente. El consagrado ya físicamente ha
cambiado, ya está lo vivido y la vida está en lo que se vivió y todo fluye.
Una
persona que se ha podido equipar en todas sus etapas y sobre todo en Dios se le
ve con paz, con alegría.
¡Es
tan dramático el tiempo humano!, depende de la autoconciencia, pero sobre todo,
de la capacidad de elaborar el sufrimiento. Depende del horizonte de sentido en que cada uno viva su historia, pero,
sobre todo, de la capacidad de vivir a fondo el presente.
HORIZONTES DE SENTIDO DE JAVIER GARRIDO:
•Vivir no es, ante todo, sumar
años, sino experimentar el tiempo como proyecto y como esperanza y, por lo
tanto, construir el sentido de la existencia a partir de las propias
decisiones.
•La vida no consiste en
proyectarla, sino en confiar. Pero, pertenece a la fe bíblica el poder vivir lo
más mío (mis decisiones, mis ciclos vitales, mi historia intransferible) como
obediencia de fe al proyecto de Dios y como salvación realizada por Dios (a
través de los acontecimientos, logros, fracasos y hasta el pecado)
NIEVES MARÍA CASTRO PERTÍÑEZ. MAR (Apuntes y reflexión tomados en el Curso
de Formadores).
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