LECTIO DIVINA Domingo XXXI del Tiempo Ordinario Ciclo C
"El Hijo del Hombre vino a salvar y
salvar lo perdido”
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo, Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a
nuestras conciencias. Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para
entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Que tu espíritu Santo siga enciendo el amor en nuestros corazones
para amarte y reflejar tu acción misericordiosa
con nuestro testimonio de vida.
CONTEXTO:

El Señor tiene paciencia. Nos deja equivocarnos, nos educa, o
nos disciplina, poco a poco. Pero también se pueden dar esos acontecimientos
que cambian la vida, esas últimas oportunidades perdidas.
Así que, el mensaje es nunca dejar las cosas urgentes hasta el
último momento, sino confiar en Dios y trabajar como si estuviésemos asegurados
de la victoria final. El caso de Zaqueo es sorprendente. Los publicanos, o
recaudadores de impuestos, eran considerados grandes pecadores que
extorsionaban y utilizaban su poder para oprimir al más pobre. Zaqueo tiene curiosidad de Jesús, pues se sube en un árbol para ver a
Jesús. Pero nadie supera al Señor, que se invita a sí mismo a casa de Zaqueo.
Hay murmuraciones de parte de la muchedumbre como siempre, pero algo grande
está sucediendo: el cambio en Zaqueo que ha decidido reparar el daño que había hecho,
y de modo generoso.
Zaqueo, pequeño de
estatura, hombre rico, jefe de publicanos, acoge el reino de Dios como un niño.
Humillándose y arrepintiéndose de su pasado encuentra la salvación que viene de
Dios en Jesús Cristo buen Samaritano que nos viene al encuentro a buscar y
salvar lo que estaba perdido.
A nadie se le excluye del amor paciente de Dios, todos podemos
ser salvos. Jesús dice claramente: Hoy ha entrado la salvación a esta casa.
(Quien había entrado era Él mismo, que es el Salvador de la humanidad.) De
hecho, el Hijo del hombre tiene un interés especial en salvar a los que se les
considera como perdidos.
TEXTO BIBLICO: Lucas 19, 1-10

2.- MEDITACION:¿Qué me o nos dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de
Salvación:
1. ¿Estoy atento al paso de Jesús en mi vida? ¿Comprendo que
desde la misma forma en que ingresó a Jericó aún hoy Jesús camina cerca de
nosotros y viene a nuestra vida?
2. ¿Qué es lo que me
impide hoy ver claramente a Jesús? ¿Soy capaz de vencer los impedimentos que
hay siempre en mi vida para poder encontrarme con el Señor? ¿Cómo puedo hacer
para poder superar los impedimentos?
3. ¿Al pensar que Jesús
me mira como a Zaqueo, qué siento en mi corazón? ¿Me dejo encontrar por la
mirada de Jesús? ¿Le pongo excusas? ¿Cuáles?
4. ¿Si le abro la puerta a Jesús, el llena mi vida, y por lo
tanto otras muchas cosas que sobran? ¿Puedo identificar estas cosas? ¿Soy capaz
de deshacerme de lo que obstaculiza mi relación con Jesús?
5. ¿También yo me enojo y
murmuro contra los cristianos que saben superar los prejuicios para ir a
atender las necesidades de gente que tal vez yo crea condenada? ¿Quién soy yo
para condenar? ¿Caigo fácilmente en la tentación de acusar y condenar?
6. ¿Estoy a la espera de
que Jesús pronuncie sobre mí “hoy la salvación ha llegado a esta casa”? ¿Qué
significa para mí esto?
El Señor me sigue llamando a transformar mi vida cada día desde
mi centro con él y que se vea reflejado en mí actuar. Jesús con su amor va
transformando mi corazón y me invita a estar en un continuo proceso de
conversión. Al igual que Zaqueo siento una alegría cuando tu vienes a mi corazón.
3.-
ORACION: ¿Qué le digo o decimos a Dios?
Señor te doy las gracias porque cada día me vas
manifestando tu omnipresencia y omnipotencia en los acontecimientos de mi vida.

ORACIÓN FINAL
¡Ordena tu
amor! Mira a tu interior, no sea que ames lo que no debes, o no ames lo que debes amar.
¡Ordena tu
amor! No sea que ames más lo que debes amar menos o ames menos
lo que debes amar más.
(S. Agustín)
Santa Isabel Mojica Mejía
Novicia MAR
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