Fundamentos Bíblicos de la Eclesiología (parte III)
c) Postura
dialéctica: afirma que hay entre Jesús y la IGLESIA una
continuidad discontinua, o una discontinuidad continua. Sostiene que hay una
íntima y profunda relación entre la Iglesia y Jesús.
Es después
de pascua-pentecostés cuando los doce se convierten en apóstoles, de los cuales
Pedro es el fundamento; el bautismo pasa a ser sacramento eclesial de
incorporación a la comunidad de Jesús; la eucaristía es alimento pascual de la
comunidad eclesial; la Iglesia predica a Jesús como centro del reino y convoca
a la nueva comunidad como comunidad del reino de Dios.
En esta postura la
Iglesia nace en pentecostés, el agua simboliza el bautismo, la sangre la
eucaristía, sacramento de la futura Iglesia pascual. Está íntimamente enlazada con Jesús, con su
predicación, su estilo de vida, con su anonadamiento (Kénosis).
En esta perspectiva, la
fundación de la Iglesia tiene un carácter eminentemente teológico y
dinámico-procesual: es un proceso, una génesis, que comienza con el Jesús
histórico y pasa por la cruz y la resurrección, hasta llegar a pentecostés.
El Señor dio comienzo
(initium fecit) a su Iglesia predicando la buena noticia, es decir, la llegada
del reino de Dios…
La visión dialéctica es
más conforme con la historia de salvación: Dios actúa en la historia, pero
respetando las libertades y entrando en el juego humano.
Esta es la manera de actuar de Dios: respeto a
la libertad humana y escribir recto con renglones torcidos, como dirá Agustín.
Nos quiere decir que la
Iglesia debe ser fiel a las opciones y estilo del Jesús histórico (la pobreza,
la compasión por los marginados, la predicación del reino, el agrupar
discípulos, la oración al Padre, la cruz) y que, si olvidase de ello, dejaría
de ser su memorial en la historia. Dejarse llevar por el Espíritu de Jesús.
d) Conclusión: no
es históricamente verificable, minimiza la visión de la Iglesia y su relación
con Jesús.
Hoy se prefiere decir
que Jesús es el fundamento de la Iglesia, o que la Iglesia tiene una
eclesiogénesis que va desde el Jesús histórico hasta pentecostés.
El problema no
es si Jesús fundó la iglesia, sino cómo tiene que ser la Iglesia si quiere
estar fundada en Jesús. (R. Aguirre).
Leonardo Boff:
«De lo expuesto se desprende que la Iglesia nace del conjunto del
acontecimiento cristológico, desempeñando una especial función la resurrección
y la actuación del Espíritu Santo, que estuvo presente en la decisión de los
apóstoles. Ahora podemos comprender mejor la afirmación de
nuestra fe de que Jesús fundó la Iglesia (...).
3.
Eclesiología del Nuevo Testamento.
Toda eclesiología debe
fundamentarse en el Nuevo Testamento, pero por otra parte una gran pluralidad
de eclesiologías.
a) Rasgos
fundamentales de la vida eclesial del Nuevo Testamento.
El Nuevo Testamento nace
de la Iglesia y se dirige a ella. Los discípulos se reúnen de nuevo después de
pascua, superado el escándalo de la cruz y la dispersión. La reunión de los
dispersos es ya fruto del Resucitado.
La Iglesia nace por la
fuerza del Espíritu, y nace de un pueblo insignificante y pobre. Pentecostés es
una nueva creación.
Los discursos de Pedro
en los Hechos, después de pentecostés, representan un cambio de perspectiva
respecto al judaísmo y al tiempo de Jesús: se anuncia el Kerigma, es decir, la
muerte y la resurrección de Jesús y el perdón de los pecados por medio del
bautismo. El bautismo introduce a esta nueva comunidad, y la eucaristía es su
centro: la fracción del pan.
Entre ellos Pedro ocupa un lugar privilegiado. La
importancia de la mujer en la Iglesia primitiva. Jesús predica un reino universal
que hace a las mujeres sujetos iguales.
Le siguen mujeres y son
testigos de su muerte y de su resurrección, María Magdalena tiene en la Iglesia
primitiva una importancia semejante a la de Pedro.
La Iglesia de Antioquía
es la primera comunidad cristiana de judíos y gentiles, llamados por primera
vez cristianos. Su vida está centrada en el bautismo y la eucaristía, en
comunión con la Iglesia de Jerusalén, de la que la colecta para los pobres es
un signo.
Lo nuclear de esta comunidad es la dimensión de comunión
(Koinonia) con el Señor y con los hermanos, con especial sensibilidad hacia los
pobres. Es la comunidad de Dios, la Iglesia de Dios.
b) Pluralismo
eclesiológico en el Nuevo Testamento
Uno de los temas que más
se han estudiado es el de la variedad de eclesiologías en el Nuevo Testamento.
También la mayor parte del Nuevo Testamento fue escrito después de la muerte
del último apóstol conocido.
2.2
La Iglesia en los sinópticos, San Juan y San Pablo
Escritos de Pablo.
Se divide
en tres grandes imágenes paulinas sobre la Iglesia: Pueblo de Dios, cuerpo de
Cristo, templo del Espíritu.
Pueblo de Dios
Ve a la
Iglesia como prolongación de Israel, Israel según el Espíritu, la Jerusalén de
arriba, Israel de Dios.
La iglesia
es la legítima heredera de Israel, el pueblo de la nueva alianza, a quien ha
pasado la bendición de Abrahán. Su centro es la eucaristía, celebrada en la
Iglesia local o doméstica y formando la Iglesia universal.
Cuerpo de Cristo:
Cristo
resucitado es el nuevo Adán, que incorpora a su cuerpo glorioso la nueva
humanidad, el nuevo pueblo de Dios, la Iglesia. Cristo es persona individual,
pero también colectiva, su cuerpo es su cuerpo glorioso y la Iglesia.
Todos formamos un mismo
cuerpo, aunque tengamos diferentes dones y carismas.
Juana Maricela Hernández/Novicia MAR
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