MARTES SANTO
La Semana Santa es un tiempo de gracia, en la que nos dedicamos a
estar más de cerca con Jesús como lo hizo la Virgen María quien lo acompañó hasta el pie de la cruz. Esta semana
no es como muchos piensan: tiempo de vacaciones, de turismo y parrandas sino que
es un tiempo en que estamos invitados a vivir y acompañar a Jesús en su vida,
pasión, muerte y resurrección.
Judas, lo traicionó,
entregándolo a sus enemigos y Pedro, lo negó delante sus enemigos. Los
dos se dieron cuenta de lo que habían hecho, pero solo Pedro fue capaz de
arrepentirse y volver al Señor, Judas por el contrario decidió no volver y se
suicidó.
Se podría decir que todos tenemos estas dos actitudes, unos actúan como
Judas que se dan cuenta de su error y siguen en él y otros son más de la
actitud de Pedro, que se dan cuenta de su mal, se arrepienten y vuelven al
Padre.
Sería bueno que en este martes santo, a pocos días de la pasión del
Señor, nos tomemos un tiempo de reflexionar sobre nuestras actitudes, y
preguntarnos por cuál actitud nos inclinamos más y en qué momento, para que
cuando actuemos como ellos podamos retroceder y acogernos a la mano del Señor,
ya que constantemente estamos tentados a traicionar o a negar a Jesús y dejarlo
solo cuando más nos necesita.
Que el Señor nos ayude a vivir esta Semana Santa con amor y sobre
todo con esperanza de que Él está con los brazos abiertos, esperando que
volvamos a su presencia, que nos entreguemos en cuerpo y alma a su Reino.
CLAUDIA PUAC
NOVICIA MAR
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