DIOS NUNCA DEJA DE SER PADRE
En algunos
momentos de nuestra vida nos encontramos con circunstancias difíciles, las
cuales no nos permiten ver la obra de Dios en el caminar cotidiano y hasta
comenzamos a desconfiar de su compañía, de su amor y de su infinita ternura.
“Dios no deja
nunca de ser Padre en todas las circunstancias de la vida de una persona. De este modo, san Agustín
destaca, ante todo, la infinita sabiduría de Dios, que sabe orientar, con su
providencia salvadora, los diversos acontecimientos de la vida de los hombres
para dirigirlos a la salvación. Así, señala san Agustín, que incluso en los
acontecimientos más oscuros y duros, Dios sigue siendo padre y se sigue
portando como padre”.
De este manera
podemos caer en cuenta que el amor de Dios es sin fronteras, él lo moviliza y
lo transforma todo, de tal manera que ni
en las adversidades más difíciles que el mundo nos tiende o en las alegrías que
él nos regala podemos olvidar que hay alguien que no nos abandona: Dios quien está
a nuestro lado fortaleciéndonos y animándonos en todo.
Por esa razón
en este día los invito para que en el lugar donde nos encontremos; (ya sea en
el trabajo, universidad, colegio, casa, etc), podamos sentir esa presencia de
Dios y para ello nos puede ayudar la siguiente reflexión que San Agustín nos
plantea:

Continúa diciendo:
“Estás alegre, reconoce al padre que te acaricia; te hayas atribulado, reconoce
al padre que te corrige. Ya acaricie, ya corrija, enseña a aquel a quien
prepara la herencia”.

Que esta
pequeña reflexión sea de provecho para abrazar a Dios cada día en cualquier circunstancia
que estemos viviendo.
Diana Gómez
Novicia MAR
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