UNA MIRADA DIFERENTE




En cada momento nos encontramos con miradas, algunas que nos marcan y otras que pasan desapercibidas, hay miradas que incomodan, que desafían, que amenazan, que matan, pero también hay miradas que  acogen, de cariño, de complicidad, de ternura, de confianza, de amor, de vida. Y la mayoría recurrimos a este lenguaje da las miradas en diferentes momentos y circunstancias.

Pero existe una mirada que traspasa los límites de la capacidad de nuestros ojos físicos, una mirada que si no estamos atentos nos inquieta, nos confunde, pero no nos asusta, sino que nos despierta y nos hace sentir vivos y nos mueve a buscar de quién viene esa mirada. En un primer momento buscamos equivocadamente en otros, pero solo cuando cerramos los ojos y dejamos que los ojos del corazón se encuentren con esa mirada que penetra nuestra alma y la llena de ternura, de misericordia, de amor, nos llena de ÉL; de DIOS, entonces nos damos cuenta que es una mirada diferente, porque es una mirada de Dios, que mira nuestras vidas como un tesoro, que nos mira con amor de padre, una mirada que nos vivifica y solo espera que lo miremos a Él con confianza y entrega.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No llores si me amas. Carta de San Agustín a su madre (Santa Mónica).

LECTIO DIVINA- IV DOMINGO DE PASCUA-CICLO B- JUAN 10, 11-18

La Regla de San Agustín, Introducción y comentario de Nello Cipriani, OSA