DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C, EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (6,27-38)
El amor hacia los enemigos, y la regla de oro
INVOCACIÓN
AL ESPÍRITU SANTO
Eterno Padre en nombre de Jesucristo y por la intercesión
de la Siempre Virgen María, envía a mi corazón al Espíritu Santo.
Ven, Espíritu Santo, y dame el don de la sabiduría.
Ven, Espíritu Santo, y dame el don de entendimiento.
Ven, Espíritu Santo, y dame el don del Consejo. AMÉN
CONTEXTO
El texto del evangelio de este
domingo está ubicado después de las bienaventuranzas al pie de la montaña donde
se dio la elección de los doce apóstoles, ya no solo se dirige a los discípulos
sino a todos los que allí se encontraban y que lo estaban escuchando, en esta
ocasión Jesús da una catequesis sobre cómo debe ser un verdadero creyente y
seguidor suyo y hoy nos habla del amor al enemigo.
TEXTO
Pero a vosotros los que oís, os digo:
Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que
os maldicen, y orad por los que os calumnian.
Al que te hiera en una mejilla,
preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le
niegues.
A cualquiera que te pida, dale; y al
que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
Y como queréis que hagan los hombres
con vosotros, así también haced vosotros con ellos.
Porque si amáis a los que os aman,
¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
Y si hacéis bien a los que os hacen
bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
Y si prestáis a aquellos de quienes
esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a
los pecadores, para recibir otro tanto.
Amad, pues, a vuestros enemigos, y
haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón
grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos
y malos.
Sed, pues, misericordiosos, como
también vuestro Padre es misericordioso.
No juzguéis, y no seréis juzgados; no
condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
Dad, y se os dará; medida buena,
apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma
medida con que medís, os volverán a medir.
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Jesús se dirige a sus oyentes y les
hace una exhortación de amar y hacer el bien a aquellos que hacen el mal, no
negar la ayuda la que necesita o al que requiere algo de lo es de uno, tratar
como a uno le guste que sea tratado.
Y luego dice que si se ama solo al
que le ame a uno no requiere esfuerzo y por tanto no hay mérito alguno, y si se
da al que se tiene asegurado recibir algo tampoco genera mérito alguno.
La misericordia es lo más importante
no las recompensas porque la misericordia de Dios Padre está garantizada a
medida que se tenga misericordia con los otros.
Y finalmente hace la invitación a no
ser jueces condenando y señalando a los otros porque lo que se hace con los
otros es la medida del propio juicio ante Dios.
¿QUE ME DICE DIOS A TRÁVÉS DEL TEXTO?
Hoy encuentro tus invitaciones en las
palabras del Papa Francisco en su homilía del 19 de febrero de 2017 y
volviéndolas escuchar hoy el señor me invita al perdón.
¿QUÉ LE DIGO YO A DIOS?
Señor al escuchar y meditar estas
palabras tuyas en el corazón me suscita expresar junto al salmista el Salmo 50
Misericordia, Dios mío, por tu
bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas
sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré
limpio;
lávame: quedaré más blanco que la
nieve.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón
puro,
renuévame por dentro con espíritu
firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Dame la gracia Señor de realmente sentirme
perdona para que de esta manera pueda perdonar y orar por aquellos hermanos que
hacen el mal y por aquellos que de alguna manera me han lastimado. Que
desaparezca en mi todo rastro de rencores, que no juzgue a los demás por
acciones o por su forma de ser, que pueda aceptarlos y juntos caminar en tu
presencia.
Cruz Ajpacajá
Novicia MAR
Cruz Ajpacajá
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