LECTIO DIVINA CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (5, 1-11)

Rema mar adentro y echa las redes para pescar


INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO 
Ven, oh espíritu Santo, atiéndenos
Espíritu del Padre, vivifícanos
Espíritu del hijo, sálvanos.

Oh amor eterno, llénanos
Con tu fuego, inflámanos
Con tu luz, ilumínanos. Amén
CONTEXTO
Los textos de Lucas que leímos los dos domingos anteriores nos presentaron la jornada inaugural del ministerio de Jesús en Nazaret. Jesús leyó su misión en la Palabra de Dios escrita en el profeta Isaías y anunció el cumplimiento de las promesas de Dios en la persona de él (ver Lc 4,16-22).
Luego vimos el rechazo que se produjo en la sinagoga (ver 4,23-30). A pesar del rechazo radical, nos sigue diciendo Lucas: Jesús permanece fiel a su misión de anunciar la Buena Nueva del Reino en Cafarnaúm y en las sinagogas de Judea (ver 4,31-44).
Después de estos relatos “programáticos”, comienza ahora la narración de la misión de Jesús en Galilea (Lucas 5,1-9,50). El primer paso es el llamado de Simón Pedro y sus compañeros para ser colaboradores de Jesús en la misión. 

Del santo Evangelio según san Lucas (5, 1-11)
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Simón y sus compañeros son sorprendidos por Jesús en el quehacer de cualquier día de su vida: mientras estaban lavando las redes vacías, tras una noche desafortunada. Ahí, en ese cotidiano transcurrir de una vida, ahí estaba también el Señor.

Allí acontece un diálogo entre Jesús y Simón, que es ejemplar: “Rema mar adentro, y echa las redes para pescar”. Y responde Simón: hemos estado toda la noche intentándolo en balde, pero por tu palabra, volveré a echar las redes.

Lo que determina la admiración de Simón Pedro es la repuesta de Jesús a la simpleza de los esfuerzos de la reacción de Simón es la de un asombro  religioso: “apártate, Señor, que soy un pecador”.

Al final concluye diciendo que ellos, dejándolo todo, lo siguieron, se dejaron encontrar y dieron el paso que cambio sus vidas.
¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
En este evangelio encuentro dos actitudes que me llaman la atención:

·        La cercanía de Jesús a estos hombres que encuentra en medio de su misión, se acerca, está con ellos, se hace uno, comparte su dolor, su frustración, y al fin les devuelve la esperanza que habían perdido en esa noche tan difícil de trabajo, pero Jesús no se contenta con darles solo lo material, él quiere que la alegría de ese momento se extienda y sea completa, por esta razón los hace sus discípulos.

·         Por otro lado, Pedro es dócil al Señor, hace lo que Él le manda, al principio piensa en lo que han luchado, en el trabajo, en la oscuridad, pero luego se deja conducir por el Señor, se dispone a echar las redes en el lago y se reconoce como esa persona necesitada del amor y de la presencia renovadora y transformante que solo da el Maestro.
¿QUÉ LE DIGO YO A DIOS?
A veces no confío en ti Señor, en mi o en las maravillas que vas poniendo en mi camino, soy desconfiada, insegura, tiendo a hacer todo por mi cuenta y por eso te pido perdón. Hoy es la oportunidad para fiarme más de ti, para dejar que tú seas quien actúe en mi vida, quiero abrir mi corazón a tu querer, reconozco al igual que Pedro: que soy una pecadora, pero estoy segura que no estoy sola, tú me llevas de la mano y además me invitas a lanzar las redes con la seguridad de que eres tu quien lo hace todo nuevo.
Fuentes:

Diana Gómez
Novicia MAR

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