LECTIO DIVINA DEL XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C, EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 10, 38-42
COMENZAMOS CON UNA CANCIÓN LA
CUAL NOS AYUDARÁ A ENTRAR EN CONTACTO CON EL EVANGELIO DEL DÍA
CONTEXTO
El evangelio de hoy nos habla sobre la visita que Jesús
les hace a Marta y a María presentándonos dos modos de acoger a Jesús en su
casa: Marta acoge a Jesús sirviéndole y María escuchándole. Lucas no
especifica dónde se encuentra la aldea de María y Marta, pero en el contexto
geográfico de su evangelio, el lector imagina que la aldea se encontraba en
Samaría. Por el evangelio de Juan sabemos que Marta y María vivían en Betania,
una pequeña aldea vecina a Jerusalén (Jn 11,1). Juan nos dice además que tenía
un hermano de nombre Lázaro.
TEXTO
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (10, 38-42)
Jesús entró en una aldea, y una mujer
llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que,
sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba
para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: “Señor, ¿no te
importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche
una mano”.
Pero el Señor le contestó: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas
cosas; solo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la
quitarán”.
¿QUE DICE EL
TEXTO?
Hoy el
texto nos habla de que Jesús llego a una aldea, entro a la casa de Marta. Y sobre
la actitud de las dos hermanas y el cómo acogieron a Jesús, como el servir a Jesús
es de dos maneras, contemplando, oyendo su palabra y el servicio.

¿QUE ME DICE
EL SEÑOR A TRÁVES DEL TEXTO?
El Señor en este
evangelio me dice que es necesario servir a los hermanos, a estar al cuidado de
cada uno de ellos, que mi ser misionera es atender a las necesidades de los demás,
que necesito entregarme completamente, ya que también es estar en comunión con
Dios y con los demás.
Pero que en medio de mis
actividades misioneras no olvide que lo más importante es escuchar su palabra,
contemplarlo, tener tiempos de oración profundos y de calidad con él. Y me
invita a tener las manos de Marta y el corazón de María.
¿QUE LE DIGO
YO A DIOS?
A Marta, llena de afán y de prisa, la
invitas a sentarse y escuchar tu palabra.
¿Qué le dirás a María, Señor? Tal vez
que se ponga en pie y ayude.
Porque tú nos sacas del terreno
familiar,
y nos abres la puerta de lo nuevo.
Tú, Señor, que siempre nos desinstalas.
Sigue sacándonos de rutinas y
certidumbres,
de méritos y medallas, de seguridades y
justificaciones,
para des colocarnos con tu
evangelio,
una vez más, hoy y siempre.
(José María R. Olaizola, sj)
Fuente:
Lectio divina Misioneros Oblatos https://www.oblatos.com/lectio-divina-para-el-21-de-julio-de-2019/
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