
Queridos lectores el día de hoy
la iglesia celebra la solemnidad de La Asunción de nuestra Señora a los cielos.
Esta festividad es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de
alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha
alcanzado la meta a la que nosotros caminamos. Este
día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado
original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente
pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado,
fue siempre un templo santo e inmaculado.
Oración a la Virgen de la Asunción
Alégrate y gózate Hija de Sión
mira a tu Rey
que viene a ti, humilde,
a darte tu
parte en su victoria.
Eres la
primera de los redimidos
porque fuiste
la adelantada de la fe.
Hoy, tu Hijo,
te viene a buscar, Virgen y Madre:
“Ven amada
mía”,
te pondré
sobre mi trono, prendado está el Rey de tu belleza.
Te quiero
junto a mí para consumar mi obra salvadora,
ya tienes
preparada tu “casa” donde voy a celebrar
las Bodas del
Cordero:
• Templo del
Espíritu Santo
• Arca de la
nueva alianza
• Horno de
barro, con pan a punto de mil sabores.
Mujer vestida
de sol, tu das a luz al Salvador
que empuja
hacia el nuevo nacimiento
Dichosa tú que
has creído, porque lo que se te ha dicho
de parte del
Señor, en ti ya se ha cumplido.
María Asunta,
signo de esperanza y de consuelo,
de humanidad
nueva y redimida, danos de tu Hijo
ser como tú
llenas del Espíritu Santo,
para ser
fieles a la Palabra que nos llama a ser,
también como
tú, sacramentos del Reino.
Hoy, tu sí,
María, tu fiat, se encuentra con el sí de Dios
a su criatura
en la realización de su alianza,
en el abrazo
de un solo sí.
Amén.
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