EL AMOR DIVINO Y FIEL

En este día queridos hermanos (as) coloquémonos en la presencia del Señor y desmole gracias por darnos la vida, por permitirnos vivir con la certeza de estar con Él cada minuto, cada hora y cada instante de nuestra vida. Por eso hoy, mañana y siempre amemos incondicionalmente con entrega y pasión la vida, aquella que el Señor nos lo ha dado, para así amarlo a Él y a los que nos rodean sin apegos, condiciones, intereses o conveniencia.
No hay espacio, oportunidad o ambiente más significativo que el tener presente a Jesús Eucaristía quien en ese momento está conmigo y yo con Él, quien me escucha y soy yo quien le expreso mis sentimientos, pensamientos, dificultades y capacidades para caminar con alegría, con madurez y seguridad hacia la felicidad plena a la que soy llamada como discípula misionera de Jesús.
La invitación que les hago hermanos en este día es que a partir de hoy le dediquemos un tiempo al Señor ya que es y será el punto más alto de mi íntima unión con Él al que mi alma puede aspirar, al mismo tiempo acojámoslo en nuestro corazón y alimentémonos de Él para que no nos falte el ánimo y la fuerza de servir.

Itala Salazar
Novicia MAR

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