POR EL CAMINO DE EMAÚS
Queridos hermanos,
en esta oportunidad quiero compartirles el evangelio de hoy, para que lo
reflexionemos desde el corazón y sepamos descubrir al Señor que camina a
nuestro lado a lo largo de toda la vida.
En
el evangelio de ayer María Magdalena va a buscar al Señor y Cristo le sale al
encuentro. En cambio en este evangelio nos encontramos con los típicos
seguidores de los días de gloria que huyen el día del castigo.
Cierto que los discípulos de Emaús tienen el mérito de no haber traicionado a Jesús. Habían esperado que él sería el Salvador. Lo que no han tenido en cuenta es que Cristo persevera hasta el final, es capaz de esperar hasta el último momento y salir al encuentro como un buen amigo que tiende la mano.
Sin embargo, Jesús no quiere limitar nuestra libertad y nos deja libres de aceptar la mano que nos ofrece. Nos acompaña durante todo el camino; pero, si no le pedimos que se quede con nosotros, no lo reconoceremos cuando parta el pan.
Cierto que los discípulos de Emaús tienen el mérito de no haber traicionado a Jesús. Habían esperado que él sería el Salvador. Lo que no han tenido en cuenta es que Cristo persevera hasta el final, es capaz de esperar hasta el último momento y salir al encuentro como un buen amigo que tiende la mano.
Sin embargo, Jesús no quiere limitar nuestra libertad y nos deja libres de aceptar la mano que nos ofrece. Nos acompaña durante todo el camino; pero, si no le pedimos que se quede con nosotros, no lo reconoceremos cuando parta el pan.
Fuente: https://es.catholic.net/op/articulos/14708/cat/566/es-verdad-el-senor-ha-resucitado.html#modal
Diana Gómez
Novicia MAR
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