EUCARISTÍA DE CLAUSURA (MÉXICO)

Nos presentamos agradecidas por los frutos en la celebración de nuestra semana vocacional. Posiblemente alguna palabra, un texto bíblico, el silencio de Dios animando y fortaleciendo nuestro interior, la certeza del valor de orar confiadamente por las vocaciones, entre otras, han sido puente para encontrarnos con aquel que nos ha invitado a ir “al corazón de nuestra vocación” en el año misionero, y en comunión con la humanidad que sufre las consecuencias de la Pandemia… pues ahí, en lo profundo, en la raíz, donde todo empieza y termina, es ahí donde a pesar de nuestra debilidad la mirada bondadosa de Dios enciende nuestra respuesta a su llamada.

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