5. SER PERSEVERANTES EN NUESTRO ABRAZO A LA CRUZ
Este
camino no es algo de un momento, es algo que implica la vida, recuerda el
pasaje: «Si quieres venir en pos de mí, toma tu cruz y sígueme» (Mt 16,21-27).
¿Sabes
que tu tormenta es la oportunidad gloriosa de ser ofrenda, de unirte a la cruz
y ser don de Dios? Cada angustia que nace, cada dolor, enfermedad, llaga,
tristeza, se debe ver en clave Cristo. Por tanto, alégrate tienes la
oportunidad de unirte más a Él.
Ver en
clave Cristo es darle sentido salvador a todo, sin caer en tendencias
fanáticas. Ponerte los lentes de la fe, te lleva a comprender los designios de
Dios y así seguir el camino sin miedo, y como me insistía un amigo y hoy
comprendo: «si te da miedo, hazlo con miedo, pero hazlo».
La fe
no es no tener temor, la fe es confiar, aunque todo diga que no hay esperanzas,
eso es ver con los lentes de la fe. Recuerda siempre las sabias palabras de
Teresa de Jesús: «Nada
te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene, nada le falta,
solo Dios basta».
Diana Gómez
Novicia MAR
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