LECTIO DIVINA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR JESÚS -CICLO B, EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1,6b-11

Tú eres mi Hijo amado, el predilecto

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

CONTEXTO:

Queridos hermanos  en este domingo la liturgia nos presenta el texto del bautismo de Jesús  en el rio Jordán, el acontecimiento del bautismo indica esta toma de conciencia y proyecta a Jesús más allá de los confines de la propia tierra, la Galilea, a una misión de confines universales y en una dimensión de compartir la condición humana hasta lo inimaginable para él y sus profetas: es Dios mismo el que "desciende" junto al hombre, aun conociendo sus debilidades, para hacerlo "subir" hacia el Padre y darle acceso a la comunión con El. La "complacencia" del Padre que Jesús recibe en el Espíritu Santo lo acompañará siempre en el caminar terreno, haciéndolo constantemente consciente del amor gozoso de Áquel que lo ha enviado al mundo.

TEXTO

Santo Evangelio según Marcos 1, 6b-11

En aquel tiempo proclamaba Juan:
— Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco ni agacharme para desatarle las sandalias.
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar bacía él como una paloma. Se oyó una voz del cielo:
—Tú eres mi Hijo amado, mi preferido.

¿QUÉ DICE EL TEXTO? 

• Jesús y Juan en el Jordán: Juan sabe muy bien que no es el Mesías y de que es muy inferior a él en dignidad, aun siendo llamado a prepararle la venida, ya inminente (Mc 1,7-8).  
Marcos sintetiza al máximo la predicación de Juan; en particular, omite lo que se refiere al divino juicio final (cfr Mc 1, 7; Mt 3, 10-12), con el fin de poner en mayor relieve la predicación de Jesús.
• El bautismo en el Espíritu: es el bautismo escatológico ya prometido por los profetas (cfr Jn 3, 1-5), ligado al fuego del juicio y también bajo forma de aspersión (cfr Ez 36. 25). Jesús lo recibe inmediatamente después y su bautismo será origen y modelo del bautismo de los cristianos. Por tanto, la comunidad cristiana se funda sobre el don del Espíritu Santo.
• Jesús viene de Nazaret: Jesús sobresale en medio de la gran muchedumbre de penitentes judíos ( cfr Mc 1,5), porque proviene de una zona a la cual no había llegado nada más que los ecos de la predicación penitencial del Bautista, la Galilea (Mc 1,9). Este es un lugar importante para Marcos: Jesús inicia allí su actividad y allí es bien acogido; después de la Pascua, es allí donde los discípulos se reunirán (16,7) y lo entenderán plenamente y es desde allí de donde saldrán para la misión (16,20).
• Vio que los cielos se rasgaban: no es una especie de revelación reservada a Jesús. Los cielos, literalmente, "se rasgan" oyendo la invocación de Isaías: "Si tú rasgaras los cielos y descendieras" (Is 63, 19b). Se abre así una fase del todo nueva en la comunicación entre Dios y los hombres, después de un tiempo de separación: esta nueva relación se confirma y llega a ser definitiva con la muerte redentora de Cristo, en cuyo momento "se rasgó" el velo del Templo (cfr Mc 15,38) como si una mano del cielo la hubiese golpeado.

• El Espíritu descendió sobre él: Jesús sale del agua del río e inmediatamente después, abiertos los cielos, "desciende" el Espíritu y se posa sobre él. Entre tanto se ha acabado ya el tiempo de la espera del Espíritu y se reabre el camino directo que une a Dios con los hombres.
• Una voz que venía de los cielos: con la llegada de Jesús se ha restablecido la comunicación entre Dios y el hombre. Aquí no se trata de la que los rabinos llamaban "hija de la voz", substitución incompleta de la palabra profética, sino de una comunicación directa entre el Padre y el Hijo.
• Vino …se vio descender…se oyó: admiramos la condescendencia de la Trinidad que "se abaja" hacia los hombres: desciende al Jordán en Jesús para recibir el bautismo como tantos pecadores, desciende sobre Jesús en el Espíritu por la autoconciencia y la misión y desciende en la voz del Padre para confirmar la filiación.
• "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco": varios pasajes del Antiguo Testamento pueden ser evocados por Marcos, para subrayar al menos con la alusión la importancia y los diversos valores de las palabras celestes.
Ante todo, se evoca a Isaías 42, 1: "He aquí mi siervo, a quien sostengo yo; mi elegido, en quien me complazco.

• "Mi Hijo el predilecto": A la luz de la fe pascual, Marcos no podía ciertamente entender esta revelación como la adopción del hombre Jesús por parte de Dios. La voz del cielo es una confirmación de una especial relación entre Jesús y el Padre. Para Marcos, el título de "Hijo de Dios" es particularmente relevante para la comprensión de la persona de Jesús y para la plena profesión de la fe, y de tal manera importante, que se convierte después en un nombre atribuido a Jesús por los Cristianos, con el cual ellos tratan de proclamar los elementos esenciales de la propia fe en El. (cfr Rm 1,4); el mesías rey, el salvador escatológico, el hombre con una especial relación con la esfera divina, el resucitado de entre los muertos, la segunda persona de la Trinidad.
• "En ti me complazco": estas palabras subrayan la elección mesiánica de Jesús, fruto de una benevolencia del Padre que muestra así su absoluta preferencia hacia el Hijo en el que halla gozo y satisfacción (cfr Is 42,1) mientras, obediente, comienza su misión para llevar los hombres al Padre (cfr Mc 1,38).

¿QUÉ ME DICE EL SEÑOR?

Hoy el Señor confronta mi camino con esta pregunta: ¿soy tu amado, tu predilecto?  Y le quiero pedir perdón porque sé que muchas veces no es así, me dejo llevar por lo que a mí me parece bien y no escucho esa voz me habla al corazón, me muestra la verdad y la totalidad del Amor. Gracias Señor por cada oportunidad que me das de volver a comenzar de nuevo.

¿QUÉ LE DIGO YO AL SEÑOR?

"En el Bautismo de Cristo en el Jordán, oh Padre,
tú has obrado signos prodigiosos
para manifestar el misterio del nuevo lavado (nuestro bautismo);
del cielo has hecho oír tu voz,
para que el mundo creyese que tu Verbo estaba en medio de nosotros;
con el Espíritu que se posaba sobre Él
como paloma, has consagrado a tu Siervo
con unción sacerdotal, profética y real,
para que los hombres reconociesen en Él al Mesías,
enviado a traer a los pobres la alegre noticia".

Fuente:

https://ocarm.org/es/content/lectio/lectio-bautismo-senor 

Diana Gómez

MAR

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