LECTIO DIVINA lll DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO -CICLO B, EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 14-20

“Venid conmigo y os haré pescadores de hombres

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Señor, con tu presencia y predicación, nos vas manifestando el Reino de Dios en la tierra, y con ello nos invitas a la conversión con un corazón sincero y abierto a tu Palabra. Te pedimos que nos envíes tu Espíritu Santo, para que nos ayude a ser sensibles a tu amor y hacia los hermanos de nuestras comunidades. Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.  

CONTEXTO:

La lectura del Evangelio de hoy es la historia de la llamada de los primeros discípulos, que inaugura el ministerio de Jesús. San Marcos comienza su evangelio con las siguientes palabras “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (v. 1), y relata las historias del ministerio de Juan el Bautista (vv. 2-8), la del bautismo de Jesús (vv. 9-11), y de la tentación de Jesús en el desierto (vv. 12-13). En la historia del ministerio de Juan el Bautista, Juan cuidadosamente se pone a sí mismo en la relación correspondiente con aquel que viene después de él. Ese será más poderoso y bautizará con el Espíritu Santo. Juan no es digno de desatar las correas de sus sandalias (vv. 7-8).

TEXTO

Santo Evangelio según Marcos 1, 14-20

Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.

Decía:

—«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.

Jesús les dijo:
—«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes.
Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.

¿QUÉ DICE EL TEXTO?

v.14. Jesús vino a Galilea predicando el Evangelio de Dios. La predicación de Jesús, iniciada en Galilea tiene por objeto el evangelio "buena noticia" de la iniciativa de Dios sobre su pueblo, la instauración del reino. La predicación de los apóstoles, que desde la Galilea llegará a todos los extremos confines de la tierra, tendrá por objeto el evangelio – "buena noticia" – del Cristo Palabra que ha vencido la muerte para hacer resplandecer la gloria de Dios.

v.15. El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cercano. Arrepentíos y creed en el evangelio. El tiempo de espera (kairós) se ha cumplido, ha llegado el momento decisivo: Dios está para inaugurar su reino. El Bautista pertenecía al tiempo de la preparación y ha acabado su tarea: ha sido arrestado y se le ha callado, Jesús pertenece al tiempo de la actuación del reino. Es un hecho presente que requiere por parte del hombre una colaboración. Convertíos. La cercanía del reino indica precisamente este espacio de libertad que quien escucha el anuncio puede cubrir volviéndose a Cristo, o aumentar ignorando o rechazando la buena noticia. Un reino cercano para todos, presente para quien lo quiera. Conversión, fe y seguimiento son diversas caras de una misma realidad: es la llamada dirigida al hombre a seguir a Jesús que es tiempo cumplido, reino de Dios, buena noticia.

v.16. Caminando a lo largo del mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés… el mar de Galilea es el escenario de la primera fase del ministerio de Jesús. Lago enclavado entre montañas, a 208 metros bajo el nivel del mar, largo 21 kms y 11 kms de ancho. Extendidas las aguas en forma de cítara, representaba una fuente de riqueza por la abundancia de peces. Sobre las orillas de este lago Jesús vió: es una mirada que contiene y determina una elección de vida diversa de la que cada día se presenta sobre estas orillas llena de pescadores, de barcos, de redes, de peces. Simón y Andrés, dos hermanos. La solidaridad del vínculo afectivo hace de fundamento a aquel nuevo vínculo de fe que convierte hermanos más allá de los lazos de la familia. Dos hermanos que tienen un nombre. Dios llama por el nombre en virtud de aquella identidad de semejanza con el Nombre eterno que hace de cada hombre un espejo de semejanza.

v. 17. "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres". El seguimiento está determinado por una orden bien precisa. No es una invitación, es un mandato. La palabra de Dios creadora, en vez de llamar la luz y las otras creaturas de la nada, llama a su imagen a participar en la nueva creación. El seguimiento no sale de una decisión autónoma y personal, sino del encuentro de Jesús y de su llamada. Es un acontecimiento de gracia, no una elección del hombre. Jesús no espera una libre decisión, sino que llama con autoridad divina, como Dios llamaba a los profetas del Antiguo Testamento. No escogen los discípulos al Maestro, como sucedía con los rabínos de su tiempo, sino que el Maestro escoge los discípulos como depositarios no de una doctrina o de una enseñanza, sino de la herencia de Dios. La llamada comporta el abandono de la familia, de la profesión, un cambio total de la existencia por una adhesión de vida que no admite espacios personales. Los discípulos son hombres del reino. La llamada a ser discípulos de Jesús es una "llamada escatológica".

v. 18. Al instante, dejando las redes, le siguieron. La respuesta es inmediata. Una respuesta que rompe los lazos más fuertes. El verbo usado para indicar el seguimiento es akolouthèin, un término bíblico para indicar el acto del siervo que acompaña al patrón para prestarle un servicio. Es un seguir material, un literal "andar detrás". Referido a los discípulos, expresa la participación plena en la vida de Jesús y en su causa.

v. 19-20. Y continuando, un poco más allá, vio a Santiago el de Zebedeo y a Juan su hermanolos llamó. El verbo llamar: kalein es otro vocablo típico del seguimiento. Se añade un elemento más con respecto a la primera pareja: la figura del padre y de los jornaleros. También el padre tiene un nombre. El hecho que se le prive de sus dos hijos le confiere una dignidad única. Quedará con los trabajadores que sustituyen a los hijos. La soledad del que queda no es nunca una inconsiderada soledad.

¿QUÉ ME DICE EL SEÑOR?

Señor, en tu tiempo se cumple mi espera. Tú, el Que viene, que continúas caminando por las orillas de esta vida humana que como un lago en forma de citara indica silenciosamente el pasar de sus horas, pasa y ve, llama…Te reconoceré cuando me sienta llamar por mi nombre y te seguiré como un caminante que toma el bastón de caminar para adentrarse en los senderos de la amistad y del encuentro, allí donde el corazón penetra en el Absoluto de Dios, para ser una llama encendida en la obscuridad de la búsqueda humana, un calor que se extiende allí donde el viento gélido del mal destruye y separa de los horizontes de la verdad y de la belleza. Sé que sin Ti no pescaré nada en la noche de mi soledad y de mi desilusión. Las redes se romperán cuando tú me quiebres en las aguas amargas de mis fatigas y me des a mí mismo transfigurado por el perdón, recibido y dado a manos llenas. Entonces contaré tu Nombre a mis hermanos. Amén. 

¿QUÉ LE DIGO YO?

Señor: quiero expresarte mi acción de gracias con este canto que es tan significativo para mí, ya que me hace reconocer tu gran Amor a lo largo de mi vida.

Fuente:

https://www.diocesisdetexcoco.org/descargas/lectio/lectio_divina_25enero15_CDPB.pdf

Lectio divina Carmelitas

Diana Gómez

MAR

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