LECTIO DIVINA PARA 7 DE FEBRERO DE 2020 DOMINGO V DEL TIEMPO ORDINARIO-CICLO B
«Curó a muchos enfermos de diversos males.»
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Espíritu Santo, Dios de amor, concédeme: una
inteligencia que te conozca; una angustia que te busque; una sabiduría que te
agrade; una perseverancia que, al fin, te posea”. ¡Amén!
CONTEXTO:
El evangelista continúa la narración de una jornada típica de Jesús: las
apremiantes demandas de los discípulos y de la gente, las muchas y acuciantes
necesidades parecen «devorar» su tiempo… Sin embargo, cada uno es a sus ojos
una persona única: lo muestra el primer milagro que sigue al primer exorcismo.
La Misericordia «se acerca» a la miseria de una mujer enferma -considerada en
nada, según la mentalidad de la época y la «levanta» cogiéndola por la mano:
con la ternura de este gesto, Jesús le restituye no sólo la salud, sino también
la capacidad de servir, esto es, de amar humildemente.
TEXTO
Del Evangelio
según san Marcos 1, 29-39
¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Jesús acoge a los marginados. Al caer de la tarde, terminado el sábado en la hora en que aparece la primera estrella en el cielo, Jesús acoge y cura a los enfermos y a los poseídos que la gente le trae. Los enfermos y los poseídos eran las personas más marginadas en aquella época. No sabían a quién acudir. Estaban a la merced de la caridad pública. Además de esto, la religión los consideraba impuras. No podían participar en la comunidad. Era como si Dios las rechazara y excluyera. Jesús las acoge. Así, aparece en qué consiste la Buena Nueva de Dios y lo que quiere alcanzar en la vida de la gente: acoger a los marginados y a los excluidos, y reintegrarlos en la convivencia de la comunidad.
Permanecer unido al Padre por la oración. Jesús aparece rezando. Hace un
esfuerzo muy grande para tener el tiempo y el ambiente apropiado para rezar. Se
levanta antes que los otros, para poder estar a solas con Dios. Muchas veces,
los evangelios, nos hablan de la oración de Jesús en silencio (Mt 14,22-23; Mc
1,35; Lc 5,15-16; 3,21-22). A través de la oración, él mantiene viva en sí la
conciencia de su misión.
¿QUÉ ME DICE EL
SEÑOR?
Hoy el Señor con su Palabra me invita a seguir su ejemplo de oración, de
buscar un espacio solitario que es en lo profundo de mi misma, para encontrarme
con Dios y asi tener una relación de amor profundo con él.
¿QUÉ LE DIGO YO AL SEÑOR?
Señor dame la gracia que
cada día quiera estar contigo, hablar contigo como con un papa que me da todo
su amor y misericordia, y que las cosas de cada día no obstaculicen esa
relación contigo.
Fuentes: https://www.cristonautas.com/evangelio-del-dia-lectio-divina-marcos-1-29-39-2/
https://ocarm.org/es/content/lectio/lectio-divina-marcos-129-39
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