¡Hoy nos ha nacido el Salvador!
El misterio de la Encarnación del
Hijo de Dios, la locura del Emmanuel, del Dios con nosotros, nos arropa hoy más
que nunca.
En este día en el que volvemos a
celebrar la Natividad del Señor, no perdamos la oportunidad de dejarnos envolver
por el inmenso amor que Dios nos recuerda hoy, por su misericordia infinita,
que le movió a hacerse uno de nosotros para llevarnos hasta Él... No dejemos
que nada opaque en nuestras vidas el gozo y la alegría de ser destinatarios de
la Buena Noticia que recibieron los pastores… No permitamos jamás que el
acercamiento al misterio se nos vuelva costumbre, sino al contrario, dejémonos
sorprender por la novedad del Dios Humanado, de Jesús, el Mesías y Señor.
A Él, autor de nuestra vida y
nuestra vocación, que nos ha atraído hacia Sí con lazos de amor, le damos las
gracias por la velada del día de ayer. Iniciamos desde la mañana con la
visita-serenata de villancicos al P. Emilio Vanegas, en la Casa Provincial de
nuestros hermanos Agustinos Recoletos; en la tarde-noche participamos de una hermosísima
celebración eucarística en la Parroquia San Bartolomé Apóstol, con nuestros
hermanos Terciarios Capuchinos; a la llegada a casa continuamos con una
deliciosa cena, juegos, arrullo y villancicos al Niño Jesús, revelación de la
“amiga secreta” y entrega de regalos.
Que Jesús siga encontrando posada
en nuestras vidas y nuestras opciones, y que en este nuevo año que estamos
próximos a comenzar Él sea nuestro único centro… Feliz Navidad.
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