EN EL SILENCIO ME ENCUENTRO CON DIOS

Una de las cosas más difíciles de lograr hoy en día es estar en silencio con nosotros mismos. En la sociedad actual donde el “bombardeo” a los sentidos es moneda corriente, tomarse el tiempo para descansar los oídos puede llegar a ser realmente maravilloso. Por eso el silencio es una bendición, un bálsamo, para lo físico porque cuando se aparta del ruido exterior se siente un alivio y más cuando se apagan los ruidos interiores, ya que se empieza a experimentar una tranquilidad que va relajando hasta los músculos tensionados de toda actividad. Pero, este mismo silencio nos puede llevar a una experiencia más profunda: a la tranquilidad del alma; para encontrarnos con nosotros mismos pero sobre todo para encontrarnos con Dios en lo más íntimo de nuestro ser, allí en lo más profundo descubrimos la presencia de Dios en nuestra vida íntima y cotidiana, de esta experiencia vamos aprendiendo a escuchar su voz que nos habla en nuestro interior. Sol...