AGUSTÍN Y LA AMISTAD (2)
Representando una fábula de Esopo para dar la bienvenida a la Hna. Ruth Cardona |
Para
San Agustín la amistad es un proceso y pasa de la amistad enemiga, que es aquella que te invita a malas acciones,
daña, enferma, desvaloriza, y en la que se llega a cometer actos impensables; luego
ubica la amistad humana, la cual es
la ¨normal¨, pero no verdadera, pues el uno depende del otro; se crean apegos,
a veces enfermizos, dependencias, ante la muerte o rupturas; se escandaliza, desespera,
angustia, desaliento, desconsuelo; y la
amistad sobrenatural, provocada por Dios mismo, en el camino hacia EL, nos
hace coincidir y es el Espíritu Santo quien la cultiva, esta si es la verdadera
amistad y es el fundamento de nuestra vida agustiniana.
En su
vida Agustín vivió todo este proceso, en su juventud temprana, más propiamente
en el relato del robo de las peras, se puede apreciar, como el mismo Agustín en
las confesiones se sorprende de su accionar, la pasión por el grupo y los
amigos, lo lleva a hacer el mal por el mal, por simple gusto y sin necesidad.
Luego en la muere de su amigo de la infancia Agustín pasa por una crisis
terrible, donde no sabía ni donde estaba, todo era extraño, le recordaba a su
amigo, y todo le lastimaba su herida.
Más tarde en las Confesiones dirá que
aquella amistad no era verdadera ¨porque ésta no es auténtica sino entre los
que tu unes entre sí por medio de la caridad derramada en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que se nos concedió (Rm. 5,5) ¨ esta amistad sobrenatural la vive ya luego de su conversión
cuando pueda decir con el salmista ¨ved que dulzura que delicia convivir los
hermanos unidos…¨. Que nuestro Señor nos regale la gracia de ponerlo a Él como
fundamento de nuestras relaciones.
Karen
Polanco. Novicia MAR
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