EL CARISMA DE LAS MISIONERAS AGUSTINAS RECOLETAS EN LA FAMILIA AGUSTINIANA –VIII


22.4. Consagradas para la misión
Monseñor Ochoa, fue consagrado Obispo en y para la misión de China.
Las Misioneras Agustinas Recoletas somos una congregación que nació para la misión. Así reza en nuestras constituciones:
…Nuestra consagración para la misión nos compromete a la acción evangelizadora de acuerdo con las necesidades de la Iglesia, según nuestras posibilidades, y nos urge a animar dicha acción de un gran espíritu misionero que responda así al ser de la Congregación como enviada por la Iglesia para Evangelizar[1].
Remontándonos al envío que recibieron nuestras misioneras el 22 de febrero de 1931, en el santuario de la Virgen del Camino, con la imposición del crucifijo, Monseñor Ochoa, les habló de una misión dura, cargada de trabajos y penalidades, entretejida de tentaciones ante la nueva opción de vida; pero, también les animó a poner toda su confianza en Jesús, y con palabras llenas de entusiasmo, las comprometerá diciendo: “…nosotros, somos misioneros de la fe; vosotras vais a ser misioneras de la caridad, y todos juntos seremos los misioneros de la esperanza”. [2]

A partir de este momento, nuestras cofundadoras emprendieron la tarea de la evangelización. Su ardor misionero, su disponibilidad total, su entrega incondicional y su decisión de dar la vida por la causa del Evangelio fortaleció el deseo de continuar con el proyecto misionero fraguado en China, y que ante tantas necesidades a las que socorrer, suscitó en ellas la obra de la fundación en España para “poder mandar religiosas a nuestra misión”. [3]

2.2.5. Al servicio en la Iglesia

Juan Pablo II, nos dice que  el primer objetivo de la vida consagrada es el de hacer visibles las maravillas que Dios realiza en la frágil humanidad de las personas llamadas.[4] Entroncando con este objetivo, nuestro fundador, desde el principio tuvo claro que nacimos como misioneras para darle gloria a Dios, que sirviéndose de lo pequeño y débil hace su Obra. En una carta escrita desde China, poco antes de promulgarse la erección canónica exhortará a las hermanas:

No les importen los sufrimientos, las escaseces, la pobreza en general. Jesús no quiere saber nada de ni pesetas ni de dólares, y todas sus obras van siempre conformes a un mismo plan; para los cimientos de cuanto queramos construir, nos exige mucha humildad; y para todo el edificio, cascote, barro, paja y otros materiales semejantes ¿entienden hermanas lo que quiero decir con esto? Pues nunca se salgan de ese arco en que Jesús nos quiere a todos. Y vengan tribulaciones y hasta crucifixiones que en viniendo de Jesús ya sabemos que pronto seguirá la resurrección.[5]
Aquel grupo fue testigo del Evangelio, puso al servicio de la vida todo lo que tenía, y siempre, desde lo sencillo y en búsqueda continua de la voluntad de Dios, sin protagonismo, anunciando en todo momento, el amor incondicional del Padre con gestos exagerados de fraternidad. Aquellas misioneras cada vez que fundaron lo hicieron en referencia a la misión de China, pues, aquella fue la primera inspiración, y todas las actividades que allí desempeñaron, marcarían, posteriormente el desplegamiento de la actividad misionera en la congregación.

M. Carmela al final de su manuscrito, sustentará la razón por la cual nacimos, y después de exponer que el hecho de volver a España y fundar se justificaba para llevar nuevas misioneras a China, concluirá diciendo:

Para tal fin, pensamos que el mejor medio eran las obras sociales, por ser ellas las que más analogía tenían con el trabajo de la misión. Por eso, en los comienzos, nuestra tendencia al principio, fueron los asilos, residencias, asistencia a enfermos, etc [6].
El único reto de Monseñor Ochoa fue éste, el de darle gloria a Dios, por eso, en su carta magna, escrita en Nueva York, exhortará a toda la congregación para que todo nuestro ser y actuar sea para el honor y la gloria de Dios, viviendo en autenticidad, aquello que está condensado en nuestro nombre.

2.2.6. En total disponibilidad

Rasgo insoslayable de esta capacidad de entregarse a la acción del Espíritu es la disponibilidad. Ellos supieron encarnar en su tiempo, con valor y santidad, el mensaje evangélico.

Es sorprendente cómo enraizó el espíritu misionero en nuestras monjas. En las palabras de M. Esperanza se percibe aquella confianza total en el Dios de la Vida, posible sólo en aquellos que lo han dado todo: “Nada le digo, madre mía, de mis entusiasmos misioneros; llegan al colmo y confío que esta obra seguirá hasta el fin. Pidan mucho para que Jesús sea siempre nuestra fortaleza y nuestro consuelo”[7].

No puede faltar aquí resaltar la disponibilidad de M. Ángeles García. Durante nueve años quedó sola en China, y algunos años incomunicada por causa de la guerra chino-japonesa. En su diario cuenta el sufrimiento que le causó aquella soledad, sobre todo, frente a la responsabilidad que les habían dejado las otras dos religiosas que partieron a España. Pero, su actitud de vida ante las dificultades, los miedos de la guerra, la soledad y el aislamiento no la amedrentaron; siempre estuvo sostenida por la fe, y en vísperas ya de salir de China relatará: “Ojalá, Dios mío, fuese hallada digna de dar mi sangre por ti”.[8]

Salir “de”, “para”, fue el éxodo continuo de aquellas grandes personas que nos legaron el don maravilloso de la libertad, cuya conquista realizaron en la entrega total de su voluntad al plan de Dios.



[1] Cf. MAR. (Misioneras Agustinas Recoletas): Constituciones. Curia General. Madrid, 1994. N°. 10
[2] Cf. Boletín de las Misioneras Agustinas Recoletas. N°1, Monteagudo, diciembre de 1956.32.
[3] Cf. RUIZ, C. MAR: O.C. , 121
[4] Cf. JUAN PABLO II. O.c. N° 20
[5] Cf. AGMAR. Carta a M. Esperanza y Sor Carmela. Kweitehfu, 21 de enero de 1946
[6] Cf. RUIZ, C. mar: o.c., 123
[7] Cf. AGMAR. Carta de M. Esperanza a la superiora del CC. Kweteihfu, 3.02.1931
[8] Cf. GARCÍA, A. mar: o.c. 117

Comentarios

  1. Cómo se hace para integrarse a la comunidad o con quien se contacta

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    1. Hola Paula, un gusto en saludarte! déjanos tu correo por acá y con gusto te contactaremos! Dios te bendiga!

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