Semana por la Paz
“Ganemos con la paz:
reconciliémonos”
07-14 de septiembre 2014
Colombia es el país que nos acoge como novicias
MAR; junto a sus esperanzas, que hacemos nuestras, reconocemos que la paz es la
cura para tantas enfermedades sociales: guerra, violencia intrafamiliar,
esclavitud de los jóvenes, indiferencia por el bien común, etc.
El país se encuentra dentro de un proceso ya muy
sonado internacionalmente: los diálogos de paz entre el gobierno y las FARC (Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia) desde 2012; como Iglesia Católica, hace 27
años unimos nuestras voces y corazones para orar por la paz en Colombia, de
aquí otras instituciones civiles se han ido adhiriendo y aportando para
fortalecer dicha iniciativa.
“El lema
de este año “Ganemos con la
Paz…Reconciliémonos” recoge las expectativas de paz y convoca al
entusiasmo que se requiere para una efectiva participación ciudadana a favor de
la paz duradera y estable, de tal forma que se logre mayores niveles de
incidencia, interpelación y convencimiento social a favor de la paz política y
la paz cotidiana. Este lema envía un mensaje de inclusión presente y de
esperanza futura, invitando a la ciudadanía a aportar a la construcción de la
paz, pero también que con la paz se pueden obtener, construir y desarrollar
escenarios de beneficio real en los planos económico, social, político y
cultural. El lema promueve la salida negociada del conflicto armado la paz como
un gana-gana para todos los sectores sociales y expresa en pocas palabras un
amplio consenso que toma en cuenta el sentir en los principales espacios de
articulación del movimiento de paz, y se inscribe en medio de las
circunstancias excepcionales que se están viviendo este año 2014 en relación
con los diálogos de paz y el anhelo de convivencia en la vida cotidiana” [i].
Sin duda como cristianos esta iniciativa nos
recuerda nuestro compromiso doble:
a) Acoger con menos resistencias
y con todo el corazón el don de la Paz que Jesús nos ofrece… es decir volver al
corazón para permanecer unidos a Él en nuestros hermanos a pesar de las
circunstancias externas, que también nos confrontan: “Les dejo la paz, les doy
mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya entre
ustedes angustia ni miedo”. (Jn 14,27)
b) Ser fuente de paz en
nuestras relaciones, es decir construir comunión en vez de destruir: “Que cada
uno se fije cómo va construyendo. Desde luego el único cimiento válido es
Jesucristo y nadie puede poner otro distinto.” (1 Cor 3, 10) Reconociendo que
la auténtica comunidad es aquella que tiene a Cristo por fundamento, origen y
meta. La pregunta es: ¿qué seríamos capaces de hacer por la paz? o ¿qué actitud
de conversión, con el auxilio de Dios, estoy dispuesto a vivir?
El sentir entre el
pueblo respecto de estos diálogos (intención en la oración) es sencillo pero
contundente y queda reflejado en las palabras del P. José González, vicario de
la comisión Reconciliación
y la Paz, de la Arquidiócesis de Cali: “Hoy mismo se puede
firmar la paz en La Habana, pero si nosotros seguimos llenos de odio y sed de
venganza, no vamos a lograr nada”… “lograr
la paz en Cuba puede ser, incluso, el paso más fácil, pero el verdadero reto
está en la casa, en el trabajo, en la calle, en el barrio”.
“Ama la paz, ten la
paz, posee la paz,
conquista a cuantos
puedas para que
posean la paz; será
tanto más espaciosos
cuantos más sean
los posesores.
Una casa terrena no
admite muchos moradores:
la posesión de la
paz crece con el multiplicarse
P.D.:
Aprovechamos este medio para invitar a todos los residentes de la ciudad de
Bogotá a unirse a la Caminata por la
Paz, la Vida Digna y la Democracia, a realizarse este viernes 12 de Septiembre
de 2014. Partiremos desde el Parque Nacional a las 11:30 de la mañana rumbo al
Parque Simón Bolívar. Allí, entre otras actividades, disfrutaremos de un concierto con la
participación de Aterciopelados, Jorge Velosa y César López. http://www.youtube.com/watch?v=ItA91E4MOcI
Brenda
Ovalle, Novicia MAR
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