LECTIO DIVINA DEL XVII- DOMINGO ORDINARIO- CICLO C. Lucas 11, 1-13


ORACIÓN  INICIAL:  Ven  Espíritu  Divino  ilumina  nuestra  mente y ayúdanos  abrir  nuestro  corazón a tu  mensaje de amor y  esperanza;  fortalece  nuestra  fe en Ti,  y  permítenos dirigirnos  a ti con  todo nuestro ser,  sentimientos  y  pensamientos a  tu confianza
Amén.
TEXTO
 Del  evangelio  según  San  Lucas 11, 1-13
Estaba él orando en cierto lugar y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.» Él les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación.» Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: `Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle', y aquél, desde dentro, le responde: `No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos', os aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de molestarle y le dará cuanto necesite. «Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»

introducción
   La  liturgia  de la  palabra  de este  día, nos  enseña cómo  debe  ser  nuestra comunicación  con  el  Padre, con qué sentimientos, debemos  dirigirnos hacia  Dios, con  el  ejemplo  de dos  personajes  importantes que  son  Jesús  y  Abrahán; en la  primera  lectura Abrahán  nos  enseña cómo debe ser nuestro  trato  hacia Dios;   en primer  lugar la  confianza  de un  amigo que  dialoga con Dios, intercede, pide  fuerzas, ora  por los  demás, pide perdón  no solo  por  él  mismo,  sino por todos,  sintiendo en  él, el dolor  de los  demás.  Dios  que  siempre  nos escucha y  nos permite expresar   todo  lo  que  vemos y sentimos, nos  da  oportunidad  de cambio, nueva vida  como  nos  dice  San  Pablo en la  segunda  lectura. Cristo cargó con  nuestros  pecados y  los clavó en  la  cruz; ahora tenemos  vida  nueva  en Cristo  que  nos  ha  salvado. En el  Evangelio uno de los  discípulos  de Jesús  le dice enséñanos  a  Orar  y Jesús  nos  enseña la  confianza de dirigirnos como hijos  a  nuestro Padre:  pedir, buscar  y hallaremos lo  que  necesitamos.      

CONTEXTO
La  lectura de la palabra de hoy  nos presenta “la  oración”  como  fundamental para  nuestra vida,  en  relación  con Dios Padre y  con  todos nuestros hermanos.

La  lectura como  catequesis  de oración, se divide  en tres  partes:
ü El ejemplo de  oración  de Jesús ante  sus  discípulos.
ü La  oración  del Padre Nuestro.
ü La  parábola  del  amigo inoportuno (pedir,  buscar  y  hallar).
Jesús  como maestro de oración causa en  los discípulos  el deseo de orar,  uno  de sus  discípulos le  pide: “enséñanos  a  orar”;  Jesús enseña e instaura  una  nueva  relación de cercanía, familiaridad  y  confianza  al  llamar  PADRE a Dios.
Santificado sea tu Nombre: Dios  es  el autor de la  santificación; no  se nombra el  nombre  de Dios sino que   se sugiere  porque  Dios  mismo  se manifiesta  a nosotros  tal  como  es, en  la  potencia  de su santidad, de esta  manera pedimos  al  Padre  que actúe  para que el honor  de su  nombre  sea limpiado de nuestros  pecados  mediante la  pascua purificadora.
Venga  tu Reino: es otra forma  de  reconocer  la  autoridad  de Dios  sobre  nosotros. Las  bendiciones  de Dios,  riegan  el mundo cuando Él  es  reconocido como  Rey;  Señorío  de Dios  es  el contenido de la  misión  de Jesús.                                                                                       Hágase  tu voluntad: a ejemplo del  Fiat  de María que  solo  en  el  corazón de Dios  proviene  la  respuesta  a  las  necesidades personales de los  orantes.
Dános  cada día nuestro  pan  cotidiano:  esta petición  no  incluye  solamente  la  necesidad del alimento físico  y sino también del espiritual  ya que  Dios  Padre  como buen  Papá se compromete  a  dar  y sostener día  a  día  las  necesidades  de los  hombre  que  lo  siguen.     
Perdónanos nuestros  pecados  porqué  nosotros  perdonamos  a  todo  el que  nos  debe. En la  antigüedad  los deudores terminaban como esclavos de sus  acreedores, el perdón  del Padre  satisface  tanto  al pecador  como  al  afectado, el perdón  que  Dios da  no es  una  recompensa  sino un don  gratuito  que hay  que pedir  para  poder ser  capaz  de perdonar.
Y no nos  dejes  caer  en la  tentación.  La  tentación  no es  un mal en sí, es una prueba que nos ayuda a ser  vencedores; esta tercera  petición  suplica  que  a la  hora de las seducciones del mal y de las tribulaciones del mundo, todo creyente y seguidor de Jesús pueda salir  victoriosos en las pruebas.
La  parábola  del amigo inoportuno. Esta  enseñanza  más  que  una  parábola, quiere  mostrarnos  el modo  de obrar  de Dios en comparación del modo  de obrar  del  ser humano.  La  escena  está ambientada en la  naturaleza  de Palestina; el  amigo  que  venía  de viaje hubo  de  emprender  un  viaje  bajo  el sol, para sufrir  las  consecuencias de la  temperatura  alta. En las casas  palestinas  de la  época  existía una  sola  sala  y toda  la  familia la  utilizaba  en las  actividades  del  día  y en  el  descanso  de la   noche. La  petición  del  hombre  que  se encuentra  en plena  noche  recibiendo  a un  huésped inesperado  refleja  el  sentido  de  hospitalidad  de los  pueblos  antiguos  y   la  petición de los  tres  panes, porción normal de un adulto.  El hombre  que  de noche  corre  al  amigo  es la  figura  del Cristo, llamado  a  orar  a  Dios  siempre y  en cualquier  lugar, con  la confianza  de ser  escuchado,  no  porque  lo ha cansado, sino  porque  El es  un  Padre Misericordioso  y  fiel  a  las  promesas.  Esta  parábola  sirve,  para  explicar  con  qué  disposición ora el  discípulo al Padre  Nuestro, con  confianza  total en Dios,  Padre, amable y  justo que  no  se molesta cuando  acudimos  a él  con la  certeza de ser escuchados.
MEDITACIÓN

Enséñanos  a  orar,
  Jesús  nos enseña  con su actitud, la  disponibilidad de ánimo  con la  que  debemos  estar  ante el Padrenuestro que  es  Creador, Redentor, consolador  y Salvador.  No puede caber en nosotros el miedo,  la vacilación.  Al contrario nos  invita  a  la  alegría  de sentirnos hijos de Dios   tenerle  confianza,  abandonarnos  a  él,  en su  amor,   porque nos  ama, es  un Padre  afectuoso que  nos  acompaña y nos lleva  de la  mano, nos  escucha  y  sabe  que tenemos  necesidades de pan, de perdón, de paz que  debemos  pedir, aunque  Él  ya conoce  lo que  necesitamos pero como  buen Padre quiere  escucharlo de nosotros.   
CONTEMPLACIÓN

Todo el que pide  recibe,  el que  busca encuentra  y al  que  llama  se le  abrirá.
Señor  que mi oración sea un  diálogo  de amistad, de confianza  y  abandono en Ti.
Tú  me  escuchas,  me  ayudas,  me  guías, tú  me   conoces, me  aceptas  como  soy, conoces todo lo  que  hay en mi  interior;  hoy  me  invitas a que  mi  oración  no  sea solo pedir por  mí,  porque  la  oración no es  de  forma  individual y  vertical  sino  en  comunión con  todo y todos  los  que  me  rodean.
Te pido por  todos  mis  hermanos  que sufren  día a día por  violación  a  sus derechos,  por  los  que  sufren ante  las inclemencias  del  tiempo, por  los  que  sufren psicológicamente y  dañan  a los  demás.
Haz  Señor  que mis  actitudes  te  glorifiquen  y  santifiquen, que tu  reinado se establezca en  la tierra por  medio  de nosotros que  queremos  consagrar  nuestra  vida  a  Ti.
Que  se cumpla  Padre  tu  voluntad,  tu  querer  en nosotros,  danos    siempre la  gracia y  la  fortaleza de seguir  respondiendo  con generosidad  a  tu  llamado.
Danos  el pan que  nos  da vida, el don de la  Sagrada Eucaristía  y el  don de la oración  que solo tú nos  puedes  dar.
No  permitas  que nos dejemos  llevar  por  lo  que  nos  ofrece el  mundo y  líbranos  de todos  mal. Amén.
 GREGORIA M.  CHUC .  NOVICIA   MAR

FUENTES:  
Evangelio  ciclo c 2016 camino, verdad  y vida.
Lectio  divina  para   la  vida  diaria, Giorgio Zevini y Prier Girdano Cabra verbo  divino.

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