LECTIO DIVINA, DOMINGO XXXlV DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO B, EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (JN 18,33-37). SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR, REY DEL UNIVERSO.


“Tú lo dices: soy rey


INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

 CONTEXTO
Queridos hermanos, hoy estamos de fiesta, celebrando la Solemnidad de Cristo, Rey del universo. Con esto termina el año litúrgico, del ciclo “B” y empezamos uno nuevo. Desde ahora nos acompañará en nuestra liturgia un nuevo ciclo que será el ciclo “C”.

El texto del evangelio de hoy proviene de la narrativa de la pasión en el Evangelio de San Juan. A la fuerza, Jesús está involucrado en una conversación con el gobernador romano acerca de las acusaciones respecto a que Jesús declara ser un rey como lo es el Cesar en Roma.

En la acusación de Jesús, Pilato se da cuenta que no puede avanzar. La asamblea de los líderes religiosos tiene el propósito de imponerle a Jesús la pena de muerte. Pilato llama a Jesús al pretorio, su residencia privada, donde le pregunta directamente si en verdad reclama ser «el Rey de los judíos». Jesús evade la pregunta de confrontación de Pilato, y responde con una pregunta propia. ¿Por qué quieres saberlo? « ¿Lo preguntas por tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de mí?».
La respuesta de Pilato es interesante. « ¿Acaso yo soy judío?». Le confiesa a Jesús que no entiende por qué los jefes de los sacerdotes se sienten amenazados por Jesús ni por qué quieren que reciba la pena de muerte.
Jesús confiesa indirectamente que de hecho es rey, pero de un reino que no pertenece a este mundo. La diferencia, le asegura a Pilato, es que los súbditos de un rey terrenal pelearían por él, habrían resistido a las autoridades religiosas para evitar que lo entregaran a los judíos.

TEXTO
Del santo Evangelio según San Juan 18,33-37
Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le dijo: ¿Eso lo preguntas tú por tu cuenta, o porque otros te lo han dicho de mí? Le contestó Pilato: ¿Acaso yo soy judío? Los de tu nación y los jefes de los sacerdotes son los que te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Jesús le contestó: Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, tendría gente a mi servicio que pelearía para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí. Le preguntó entonces Pilato: ¿Así que tú eres rey? Jesús le contestó: Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan.

¿QUÉ DICE EL TEXTO?
Jesús le informa a Pilato que su reino no pertenece a este mundo. En otro lugar, Jesús lo llama el «reino de Dios». Ese reino ha estado brotando en todo Israel como resultado del ministerio público de Jesús. Este reino eterno es diferente de todos los otros reinos que han venido antes.
Y el Rey Jesús ha demostrado lo que significa su tipo de liderazgo, en la última cena, cuando se envolvió una toalla alrededor de su cintura y lavó los pies de cada uno de los apóstoles. «Yo les he dado un ejemplo, para que ustedes hagan lo mismo que yo les he hecho»
Jesús es otro tipo de rey. Él es nuestro rey, nuestro Señor y Salvador, pero también nuestro hermano y amigo. Nos recuerda con palabras y hechos que vino a servir en lugar de ser servido.
Jesús le dice a Pilato que él había nacido para testificar de la verdad. Por eso vino al mundo. ¿Por qué naciste tú?, ¿Por qué viniste al mundo?, ¿Para qué te hizo Dios?
Todas las personas fuimos creadas para conocer, amar y servir al Señor, y ser felices con Él. Estos son tres objetivos que vale la pena guardar en la memoria y ponerlos en acción esta semana.


¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?
Jesús tenía mucha claridad; ¿Para qué vino al mundo?, ¿Cuál era su misión?, y lo deja claro diciendo: “Mi reino no es de este mundo y no vino a ser servido sino a servir.
Ahora yo me pregunto: ¿Y yo?, ¿Sé a qué vine a este mundo? ¿Cuál es el reino que debo proclamar?, ¿La mía o la de Dios?
El Señor, hoy en su palabra me invita a dar respuesta de esto por mí misma, que no me pase como a Pilato que le preguntó: ¿Esto lo dices por ti mismo o porque los demás te lo han dicho?
Dios en su misericordia siempre está dándome oportunidades cada día de reafirmar mi fe, mi amor y mi alegría en Él, pero debo estar atenta de la acción del Espíritu.
Me invita a conocerle para que cuando se haga presente en mi vida sepa que es Él y no me pase como a Pilato, que aun teniéndolo frente a él le pregunta si Él era Rey.

¿QUÉ LE DIGO YO A DIOS?
Señor, gracias por ser un Rey, que acoge, que ama, que ayuda, que sirve, que supo cumplir cabalmente su misión en este mundo.
Te pido perdón por todas las veces que no te he reconocido aun estando frente a mí.  Perdón por las veces que he dicho: ¿Eres tú Señor?
Señor, dame la gracia de descubrir y tener claridad como lo tuviste Tú, del ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es mi misión específica? Y así poder cumplirlo.
Que nunca busque ser servida, ni de servirme de los demás sino al contrario, que yo sea sus servidora, llevándoles tu mensaje de esperanza, haciendo presente tu Reino en todo el mundo.


Claudia Puac
Novicia MAR

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