Por estos días el Papa Francisco nos ha hecho un
llamado muy importante que nos compete a toda la humanidad: “El consumismo de
hoy también es verbal: ¡cuántas palabras inútiles, cuánto tiempo perdido en
impugnar y acusar!, ¡cuántas ofensas gritadas, sin tener en cuenta lo que se
dice!”, advirtió el Pontífice quien añadió que “el silencio, en cambio, ayuda a
custodiar la memoria” porque “si perdemos la memoria, aniquilamos el futuro”.
El Santo Padre reconoció que “hoy, absorbidos por
el torbellino de las cosas, nos resulta difícil detenernos, mirar dentro de
nosotros mismos, callarnos para escuchar el grito de la humanidad que sufre”.
“Siento que hoy en particular estamos llamados, ante
todo, a este servicio: no a tomar distancias y excluir, sino a acercarnos e
incluir; no a favorecer soluciones de fuerza, sino a abrir caminos de
proximidad. Si no lo hacemos nosotros, que creemos en Aquel que, desde lo alto
del cielo, se acordó de nosotros y se preocupó de nuestra debilidad ¿quién lo
hará?”, cuestionó el Papa.
Por ello, el Santo Padre animó: “recordemos
nosotros también el pasado y preocupémonos por las condiciones de los que
sufren: así cultivaremos el terreno de la fraternidad” y nos animó “a
intensificar nuestra colaboración en defensa de los más débiles”.
Diana
Gómez
Novicia
MAR
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