EL GRAN VALOR DE SI MISMO
Resulta
por demás asombroso la plena conciencia que tenemos del valor de las cosas -de
un auto, de una casa, de un abrigo, etcétera-, pero resulta que no sabemos el
valor del bien máximo, que es el valor de uno mismo.
El amarse a sí mismo implica apreciar su propio valor
por encima de todas las cosas. El amarte a ti mismo también implica el
conocimiento de que sólo tú puedes ser tú. Si tratas de ser como alguien más
quizá te aproximes mucho, pero siempre serás una imitación sin mayor valor; ser
uno mismo es lo más sencillo, lo más práctico, lo más satisfactorio, así que
tiene mucho sentido el hecho de que únicamente puedas ser para otros lo que
eres para ti mismo.
Si te conoces, acepta si te aprecias a
ti mismo, así como tu singularidad; permitirás que otros también lo hagan. Si
valoras y aprecias el descubrimiento de ti mismo, alentarás a otros a que
emprendan esta importante búsqueda. Si reconoces tu necesidad de ser libre para
saber quién eres, permitirás que otros también tengan la libertad para hacerlo.
Cuando te des cuenta que tú eres lo mejor de ti mismo, aceptarás el
hecho de que otros son lo mejor de ellos mismos, aun cuando se entiende que
todo empieza contigo.
Yessica Victoria, Novicia MAR
Comentarios
Publicar un comentario