¿REALMENTE CELEBRAMOS EL AMOR?
En este día en muchos países del mundo se celebra el día del amor y la amistad, por esta razón los
invito para que ahondemos en el significado de la palabra” amor” que tantas
veces pronunciamos, pero que en ocasiones no le damos el sentido que realmente
tiene.
¿A qué le estamos llamando amor? Estas celebraciones,
¿verdaderamente hacen que celebremos el amor? ¿El verdadero amor? De seguro,
más de alguno de ustedes ya está pensando: «¡Pero qué ingenuo es este señor!» Y
tienen razón. El amor, una de las grandes virtudes y valores, se devalúa día a
día. Ya no es esa virtud de los fuertes, de los capaces de dar su vida por los
amigos, de los que morían pidiendo a Dios que perdonara a sus asesinos, de los
que se habían vencido en grado heroico para darse a su familia, a sus
semejantes, a la mujer amada. De los que podían tener la capacidad de decidir
dar su amor para toda la vida, dispuestos a superar los roces y dificultades de
la diaria convivencia, de la salud y la enfermedad, de lo próspero y de lo
adverso.
Ustedes perdonen; no puedo dejar de ser ingenuo e idealista en esto del amor. Y los invito a ser igual de idealistas. A este mundo, le urge amor, amor de a de veras, amor fuerte, amor-decisión, amor-entrega, amor para siempre. Amor con mayúscula y sin adjetivos. Amor a la familia, amor al prójimo, amor a los extraños, amor... ¡el colmo!, a nuestros enemigos y a los que nos desean el mal. Qué duro, ¿verdad? Pero qué necesario, qué importante, qué urgente. Súmese a la minoría de los que intentamos (y casi nunca logramos, pero seguimos intentando) vivir un amor así. Y le aseguro que esa lucha por amar de verdad nos hará más bien que un siglo de celebrar el Día del Amor y de la Amistad.
Ustedes perdonen; no puedo dejar de ser ingenuo e idealista en esto del amor. Y los invito a ser igual de idealistas. A este mundo, le urge amor, amor de a de veras, amor fuerte, amor-decisión, amor-entrega, amor para siempre. Amor con mayúscula y sin adjetivos. Amor a la familia, amor al prójimo, amor a los extraños, amor... ¡el colmo!, a nuestros enemigos y a los que nos desean el mal. Qué duro, ¿verdad? Pero qué necesario, qué importante, qué urgente. Súmese a la minoría de los que intentamos (y casi nunca logramos, pero seguimos intentando) vivir un amor así. Y le aseguro que esa lucha por amar de verdad nos hará más bien que un siglo de celebrar el Día del Amor y de la Amistad.
Diana Gómez
Novicia MAR
Comentarios
Publicar un comentario