Y CONTINÚA LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO RECOLETO EN LA VIDA AGUSTINIANA…

Este movimiento interior, se estableció formalmente en el capitulo Provincial de Castilla en Toledo en 1588 en donde en la definición quinta decía:
“Porque hay entre nosotros  o, al menos, puede haber algunos más amantes de la perfección monástica que deseen seguir  un plan de vida más austero cuyo legítimo deseo debemos favorecer para no poner obstáculo al Espíritu Santo, consultando previamente nuestro reverendísimo padre general e implorando su venia, determinamos en nuestra provincia se señalen o se funden de nuevo tres o más monasterios de varones y otros de mujeres , en los que se practique un género de vida más austero, de modo que, tras madura reflexión, reglamente el padre provincial con su definitorio”.

Como bien podemos oír la definición V, es el certificado del nacimiento de la recolección agustiniana aprobada el 05 de diciembre del mismo año.
“Después de haber autorizado ya estaban listos los estatutos “en doce puntos breves plasmaban un proyecto de vida sumamente austero y silencioso, totalmente orientado a la oración y a la ascesis. Las dos horas diarias de oración mental, la misa conventual, la liturgia de las horas con maitines a media noche y el oficio de la Virgen, constituían el esqueleto de la jornada, y lo llevaban con ayunos frecuentes, disciplinas tres veces por semana y la total exclusión de bienes raíces. Pero luego en 1616 los estatutos del Padre Vicente Mallol son sustituidos por las normas de Fray Luis de León, mejor elaborados y más propios de una recolección denominado “FORMA DE VIVIR “en el que se ha de destacar su manera de encabezar las normas: mandamos, ordenamos… nada de recomendamos”. Las normas eran bastantes puntuales””.
Estas se vivieron durante 48 años, más tarde fueron reemplazadas por las Constituciones, en donde todo se tornó diferente, además de las persecuciones que tuvieron como ya se había mencionado. Por lo tanto del movimiento recoleto de los siglos XVI y XVII prácticamente no queda nada en cuanto a la forma de vivir, pero se sigue manteniendo el Espíritu de los siglos mencionados.
Pero además de todo esto, hacia el año 1602 nació la recolección agustiniana en Colombia teniendo como cuna el Desierto de la Candelaria en Ráquira -Boyacá (12 de agosto 1604).

La recolección en América se va poniendo en marcha a la llegada del Padre Mateo Delgado de los Ángeles OSA en 1596 al decidir “colaborar en la misión de ultramar de la Orden. Cabe destacar que desde antes de arribar a estas tierras ya estaba lleno del espíritu recoleto”.

Al llegar a Colombia se convirtió en el Cura doctrinero de Tinjacá- Boyacá en donde se pone en contacto con los ermitaños que eran liderados por Juan Rodríguez quien deseaba una vida alejada del urbanismo, de más silencio. Así es que estos ermitaños se desplazaron a diferentes lugares hasta llegar finalmente al Valle hacia 1597.

“No Vivían en Común, sino cada cual en su recinto, alejado uno de otro;  como signo de mortificación, en cuevas, alrededor del Valle, reuniéndose únicamente los domingos para la Eucaristía y alguna orientación espiritual.

Entre ellos se encontraban Juan Rodríguez que ya lo hemos mencionado, Diego de la Puente, Domingo de Anaya, Alejandro Mateus, Pedro Martínez, Miguel Suárez, Francisco Rodríguez, Alonso Sánchez, Alonso Paredes, Nicolás Ortiz, Antonio de la Cruz. (El padre F. Eugenio Ayape anota que en un documento del año 1600, figura otro sacerdote, Antonio de Páez).

Pero luego tratando de elegir alguien que los dirigiera, algunos se retiraron como Juan Rodríguez, pero los que permanecieron decidieron buscar un director espiritual, encontrando al padre Mateo como cura doctrinero de Tijo. De esta manera comienza la reforma recoleta en América.

Pero es Vicente Mallol, superior Provincial de la Provincia de Ntra. Sra. de Gracia, que inmerso en la reforma Recoleta, los incorpora a la Forma de Vivir de Fray Luis de León, siendo considerado como el iniciador de la descalcez en América.

Dedicaron su devoción a la Santísima Virgen bajo la advocación de Ntra. Sra. de la Candelaria. Pero como no han de faltar las dificultades, se dieron controversias entre calzados y descalzos. Luego viene con la presidencia de Mosquera un periodo difícil también, pero posteriormente con el presidente Núñez todo se calma en 1888. Uno de los que fueron enviados a Colombia al levantamiento de la Provincia y revitalización, fue San Ezequiel Moreno junto con otros religiosos.

En conclusión, podemos evidenciar, que recolección aun en medio de las diferentes etapas por las que ha pasado, sigue siendo oración, recogimiento, mortificación, austeridad, tenacidad, conversión, despojo, simplicidad, perseverancia, fidelidad, vivencia de la consagración religiosa a plenitud, que como bien recordamos fue el motor de la reforma, el desacomodamiento, la misión.

Quizás no vivamos exteriormente esa pobreza que caracterizaba aquellos hombres del siglo XVI,XVII Y XVIII, pero si es nuestro deber como MAR  despojarnos interiormente de aquello que nos  impide un verdadero encuentro con Cristo, con el Amado.

Ayúdanos Señor, Tú, más que nadie, sabes que no es fácil y que es necesario estar verdaderamente unidas a Ti para saber que no solo la actividad dice de nuestra Consagración, sino  el sentido íntimo, interior y verdadero que tiene cada cosa que hagamos.

 
NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

ILUMINA EL SENDERO DE NUESTRA EXISTENCIA

Y CONDÚCENOS HACIA TU DIVINO HIJO

QUE ES NUESTRA SALVACIÓN.

 
(ESCRITO BASADO EN EL LIBRO “AGUSTINOS RECOLETOS, 400 AÑOS, HISTORIA Y EVOLUCIÓN”)

 
Jessica López. Novicia MAR

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