¡DIOS SIEMPRE CONOCE EL CAMINO PERFECTO! (Isaías: 55,8-9)

El pasado mes de diciembre las cuatro novicias de primer año juntamente con otras cuatro hermanas de la congregación viajamos a Yopal Casanare, para  realizar la experiencia misionera en Trinidad desde el 12 hasta el 21 del mismo mes. La organización para la misión fue realizada por parejas y cada cual  tenía una vereda asignada.

Mi compañera de misión fue la hermana Bertha Vega y la vereda asignada fue “La Morita”, que por voluntad de Dios a último momento se produjo un cambio, pues las personas de esta vereda no nos quisieron acoger. Después de buscar alguna vereda donde nos quisieran recibir, surgió la opción de ir a la vereda llamada Santa Marta, de la cual ya tiempos atrás habían hecho la solicitud de que fueran misioneros. 

Es algo sumamente extraordinario pues ni ellos esperaban misioneros y tampoco nosotras pensábamos ir por allá, ya que dicen las hermanas que es una nueva vereda que se visita, pero como bien dice un dicho popular “El hombre propone y Dios dispone”. Esto es lo que he vivido en esta experiencia de misión: 

Compartir con esas personas su fe fervorosa que muy a pesar de diversos problemas y dificultades se mantienen firmes en la fe. Aprendí a valorar lo que tengo, a saber vivir con lo necesario. Experimenté el ejercicio de a aprender a vivir en la dinámica del desprendimiento, sobre todo aprovechar y vivir con pasión el presente, como bien me decía la hermana Bertha en varias ocasiones: Somos misioneras,  tenemos que ir donde Dios nos llama, saber aprovechar y asumir lo que se nos vaya presentando con disponibilidad de corazón”.

Doy infinitas gracias a Dios por haber vivido tan magnifica experiencia y poder encontrarme con su presencia en las personas pobres, sencillas y humildes.


Gloria O. Hernández
Novicia MAR

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