Celebraciones Comunitarias

Para mí, los dos momentos más significativos de esta semana fueron: la vigilia de Pentecostés y la hora santa del jueves.
En la vigilia, las lecturas y las reflexiones, fueron profundas, sugerentes; los símbolos de cada uno de los dones, fueron muy expresivos e iluminaron y encendieron la voluntad de dejarle el campo abierto al Espíritu Santo para que siga haciendo su obra.
El tema de la Hora Santa:”Caminar humildemente con mi Dios”. Era la invitación a ir día a día, momento a momento con Él, sintiéndome creatura amada, bendecida y amorosamente perdonada.
María, mujer del silencio y la escucha y sobre todo, mujer agradecida, nos enseña cómo el humilde siempre sabe agradecer al Señor y eso hace rebosar de alegría. Por eso está también disponible, deja la puerta del corazón abierta para que los que necesiten algo se atrevan a entrar; comparte su tiempo con quien lo solicita y hace planes flexibles que pueden ser cambiados por otro Plan mayor. La disponibilidad lleva necesariamente a caer en la tierra y hace que brote de nosotros una vida que jamás hubiéramos pensado.

Hna. Cecilia Sánchez Ramos.


 Todo dispuesto para la celebración
 Don de Consejo
 Todas llenas del Espíritu Santo
Dones y símbolos
 
Padre envía tu Espíritu
Padre, envía tu Espíritu.
El Espíritu que se cernía al inicio sobre el caos,
el Espíritu que fue dando existencia y consistencia
a todo lo que tu palabra pronunciaba.
Padre, envía tu Espíritu.
El Espíritu que guiaba a tu pueblo,
como nube o como llama,
a través del inmenso desierto,
hacia la tierra prometida.
Padre, envía tu Espíritu.
El Espíritu capaz de transformar en carne
los corazones de piedra;
el Espíritu capaz de convocar y dar vida
a los huesos descarnados,
esparcidos por el valle del silencio y del olvido.
Padre, envía tu Espíritu.
El Espíritu de tu Hijo Jesús,
porque El nos lo prometió.
Que fecunde nuestras vidas,
como fecundó las entrañas de la Virgen María;
que nos llene de vida,
como inundó de vida el sepulcro de Jesús;
que nos llene de coraje,
como lo hizo con las legiones de mártires y santos;
que nos recuerde y enseñe las palabras de Jesús,
para  entenderlas, vivirlas
y anunciarlas a los hombres, nuestros hermanos.
Padre, envía tu Espíritu a nosotros,
y a tu Iglesia extendida por doquier.
 
 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

No llores si me amas. Carta de San Agustín a su madre (Santa Mónica).

LECTIO DIVINA- IV DOMINGO DE PASCUA-CICLO B- JUAN 10, 11-18

La Regla de San Agustín, Introducción y comentario de Nello Cipriani, OSA