Encuentro Nacional de Formand@s 2013: DÍA II



Discernimos nuestras motivaciones vocacionales en clave bíblico-teológica”,  a cargo del hno. Diego Díaz Díaz, FSC, fue el tema del segundo día del Encuentro Nacional de Aspirantes, Postulantes y Novici@s que organiza la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC).
Con ánimo, alegría y mucha puntualidad iniciamos esta segunda jornada, en la que el hno. Leonardo Tejeiro Duque, FSC, actual presidente de la CRC dirigió unas palabras a l@s formand@s en las que expresaba el gozo de ver a jóvenes de diferentes nacionalidades unidos por un mismo proyecto: el seguimiento de Jesús.
El hno. Diego introdujo la temática partiendo del lema del Encuentro: “Al impulso siempre joven del Espíritu de Jesús Resucitado” e invitándonos a vivir un día dedicado al Señor como sus discípul@s: deseos@s de encontrarnos con Él para dejarnos confirmar y configurar y descubrirlo como la única motivación posible para permanecer en la Vida Religiosa.
La metodología constó de cuatro momentos: Observar, Reflexionar, Asimilar y Reconocer (ORAR). En la primera parte (Observar), participamos de una especie de rally en el que a través de distintas actividades identificamos y analizamos los factores que afectan nuestro discipulado desde seis tópicos: Espiritualidad, Sexualidad-Afectividad, Pobreza, Obediencia, Familia y Medios de Comunicación.
Sin Jesús, Palabra encarnada, como centro de nuestras vidas es imposible la experiencia de discipulado, por ello el siguiente momento (Reflexionar) fue un adentrarnos en los textos evangélicos de Lucas 5, 1-11 y Marcos 8, 34. En el primero descubríamos la importancia de bajar de nuestras barcas para que Jesús suba a ellas y desde allí nos eduque. En medio de una crisis humanitaria Jesús nos llama a ser “pescadores de hombres”; se trata de un proyecto de humanidad que realizamos en Su nombre: “en tu Nombre echaré las redes”. Es una tarea que, por su magnitud, requiere una formación seria y de calidad.
El segundo texto nos iluminaba con respecto al seguimiento:
·         “El que quiera seguirme”: se requiere libertad; una libertad que me descentra, me centra en Jesús y me concentra en la misión.
·         “Niéguese”: aprender a decir no a todo lo que sea contrario al Evangelio, anteponiendo el discipulado a
nuestros intereses, planes, necesidades y proyecciones.
·         “Tome su Cruz”: responsabilizarse de la propia vida y de la opción de entregarla, siendo conscientes de todo lo que implica pertenecer al grupo de Jesús.
·         “Sígame”: toda vocación es un camino de conversión y aprendizaje; ser discípulo es asumir en conciencia todo lo anterior.
El siguiente paso fue Asimilar las motivaciones y confrontaciones realizadas en los dos momentos anteriores, lo cual sólo se puede realizar delante y en compañía del Maestro. Con el evangelio del día (Lucas 7, 11-17) realizamos la lectio divina.
Y llegó el momento de Reconocer a Jesús, tal como lo hicieron los discípulos de Emaús, al partir el Pan.  Vivimos una Eucaristía muy especial en la que celebramos gozosamente el hecho de que por encima de nuestras inconsistencias la Gracia de Dios nos renueva y anima a continuar firmes en la respuesta vocacional.
Concluimos con un mini concierto de rock que nos brindaron los Hermanos de La Salle, a quienes agradecemos profundamente los esfuerzos en la preparación de esta jornada.
Consideramos que los principales retos de este día son:
·         Revisar nuestras opciones fundamentales para clarificar si el centro de nuestras vidas está en el Evangelio, si es Jesús y el Reino.
·         Aceptar las dificultades y sinsabores del seguimiento como parte del mismo, a imagen de Jesús, que no rehuyó la cruz.
Deseamos que estos retos sean acogidos por todo el Pueblo de Dios  para que vivamos un discipulado real, marcado por la perseverancia.
Que María, Madre de la Consolación interceda por nosotr@s para que así sea. 
Brenda Ovalle y Yolenny Ramírez
Novicias Misioneras Agustinas Recoletas
 

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