JESÚS ES VERBO, NO SUSTANTIVO

Siendo niña escuchar esta canción del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona me resultaba una odisea porque no comprendía cómo Jesús, siendo un nombre propio podía ser verbo en lugar de sustantivo, como me habían enseñado en la escuela. Me pasaba horas y horas tratando de entender e intentaba conjugarlo sin encontrar sentido a lo que decía. No fue hasta varios años más tarde que, desde mi experiencia personal de encuentro con Él, pude entender a qué se refería Arjona... Fue un descubrimiento muy emocionante.
Primera Conjugación: Presente de Indicativo
Yo Jesús, Jesús, él Jesús, nosotros Jesús, ustedes Jesús, ellos Jesús... me hizo recordar un hermoso y retador versículo del Evangelio según San Mateo (25,40), "les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo. Entonces tuvo un nuevo sentido: Jesús está en mí, en aquél, en el otro, en todos. Pero, ¿en qué etapa se encuentra ese “Jesús”?: ¿está vislumbrando su filiación divina? ¿ha descubierto ya su misión y trata de llevarla a cabo? ¿está siendo juzgado injustamente? ¿se encuentra camino al Gólgota y necesita ayuda con su cruz?
Una vez que identifico qué está viviendo, ¿qué voy a hacer para que se haga en mí el versículo anteriormente citado? “Jesús convertía en hechos todos sus sermones”, dice la canción.
Segunda Conjugación: Pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo
Yo hubiera o hubiese Jesús, tú hubieras o hubieses Jesús, él/ella hubiera o hubiese Jesús, nosotros hubiéramos o hubiésemos Jesús, ellos hubieran o hubiesen Jesús... colocando el SI condicional delante, trae a mi memoria momentos de mi vida en que pude parecerme más a Cristo y no lo hice.
Esta conjugación me habla del proceso de Cristificación en mí: pensar como Él, hablar como Él, sentir como Él, AMAR como Él. Y es que precisamente a eso estamos llamados, ¿qué otra cosa necesita este mundo sino otros cristos, dispuestos a entregarse en cuerpo y alma por la Causa del Reino de Dios?
 Yo quiero vivir tu estilo de vida Jesús. Yo quiero que tu firma, tu sello, tu marca, estén en mí. Quiero conjugarte en mi vida cada día... ¿Cómo? Arjona lo dice así: "Lo que ahí está escrito se resume en amor, vamos, ve y practícalo". Tan sencillo y tan complicado a la vez.
Así es como finalmente, después de varios años, lo entendí: "Jesús, hermanos míos, es verbo no sustantivo". De la forma más perfecta, considero, lo resumió una amiga al leer estas cavilaciones: "Descubrí que el verbo que es Jesús, no se trataba de un verbo gramatical sino un verbo de SER, un verbo de AMOR;  ya no tuve que preguntarme más".
Yolenny Ramírez. Novicia

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