Bueno, ahora sí, rumbo al Ecuador...Contáis con nuestras oraciones y cariño Yolenny y Brenda. Mucho ánimo y a vivir a plenitud la consagración para la misión. ¡Sean sal y luz!
No llores si me amas… ¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo! ¡Si pudieras oír el cántico de los Ángeles y verme en medio de ellos! ¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos los horizontes, los campos eternos y los nuevos senderos que atravieso! ¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo, la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen! ¡Cómo! ¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades? Créeme; cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las que a mí me encadenaban, y cuando un día, que Dios ha fijado y conoce, tu alma venga a este Cielo en que te ha precedido la mía, ese día volverás a ver a aquel que te amaba y que siempre te ama, y encontrarás tu corazón con todas sus ternuras purificadas. Volverás a verme, pero transfigurado, extático y feliz, no ya esperando la muerte, sino avanzando contigo, que me llevarás de ...
CONTEXTO : Jesús y sus discípulos se encontraban afuera del templo de Jerusalén, bajaban del monte de los olivos. ¡Lucas tiene una novedad! La semana pasada nos presentaba el ministerio de Jesús acerca de la resurrección de los muertos. Hoy nos presenta el llamado “discurso escatológico” (acerca del final de la humanidad y del universo). Lucas organiza los acontecimientos según su visión de la historia de la salvación, en tres momentos: 1) Destrucción de Jerusalén y del templo 2) Tiempo de la misión la salida a dar testimonio de lo que ocurrirá después de su misterio pascual 3) La venida del Hijo del hombre que traerá la plenitud del reino de Dios. Para Lucas la destrucción de Jerusalén es el fin de toda una etapa de la historia de salvación, pero...
“Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán” INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz. Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones. ¡Oh luz santísima! llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles. nada hay en el hombre, nada que sea bueno. Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está herido. Dobla lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado. Concede a tus fieles, que en Ti confían tus siete sagrados dones. Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna. Amén. Contexto En el Evangelio de hoy encontramos una pregunta, ¿son pocos los que se salvan? , y la respuesta de Jesús se c...
Comentarios
Publicar un comentario