Llegando a Colombia
El sábado 1 de febrero llegamos de México a Colombia,
Karen Polanco y yo, con el fin de comenzar una nueva etapa dentro de nuestra
formación, el noviciado, junto con Carolina Mushi.
Estos días para mí han sido una bendición de Dios. Primeramente
por el recibimiento que nos han dado las Hermanas, pero sobre todo la
comunidad.
Durante la primera semana en Colombia, cada una
presentó, la cultura de su país; donde destacaron aspectos como la historia, la
realidad actual, los colores, paisajes y gastronomía; mostrando de esta manera
las maravillas que Dios ha creado,“Mi Dios, Tú eres grande y hermoso,eres el Dios de amor, viviente e
inmenso,Dios presente en toda creación”.No cabe duda que el compartir nuevas
experiencias de vida y cultura es enriquecedor, acrecienta la belleza de la
comunidad, como dice el salmista “Ved qué dulzura, qué delicia, convivir los
hermanos unidos”(Sal 133, 1). Doy gracias a Dios por el don de la fraternidad.
Tuve el gusto de conocer la Catedral de Sal en
Zipaquirá; es
una mina la cual ha sido labrada por manos mineras considerándose como Primera Maravilla de Colombia. Este yacimiento
de sal ha sido explotado desde el tiempo de la colonia, y según nos dijeron
tiene sal para 500 años más.
Comenzamos a estudiar en el CER (Centro de Estudios
Religiosos), con las materias de Antropología Teológica e Historia y Teología de
la Vida Religiosa; es un lugar donde además de adquirir nuevos conocimientos,
te ayuda a fortalecer tu vocación, al compartir con jóvenes que se encuentran
en la misma aventura.
Por otro lado en casa
también iniciamos clases: Constituciones, Confesiones de San Agustín, guitarra,
Vida de Madre Esperanza y la Hna. Nieves Mary Castro nos ha ido mostrando en
qué consiste el noviciado, lo que marca el derecho canónico y la Congregación;
así como las herramientas que necesitamos para discernir cada día la voluntad
de Dios en nuestras vidas. Gozamos de un bonito momento al compartir las
novicias y pre-novicias nuestra historia vocacional; cómo es que Dios va
realizando su plan en nuestra vida, independientemente de donde estemos, y cómo
es que él sigue buscando y llamando a los corazones que se dejan seducir por
Él.
También han sido días donde la oración cobra un lugar
importante; cada encuentro lo comenzamos con la Lectio Divina para abrirnos a la escucha de la Palabra de Dios; retiros donde nos vamos introduciendo en la
espiritualidad agustiniana y viendo la realidad de la vida religiosa; y esta semana que emprendemos es una semana de
gracia, ya que estaremos de retiro para prepararnos para iniciar el noviciado.
Me despido dando gracias a Dios por permitirme dar este nuevo
paso, pidiéndole que me siga llenando de su gracia para poder hacer día a día
su voluntad, desde lo pequeño, y que María en su advocación de Guadalupe los
proteja siempre bajo su manto.
Miriam Viviana Horta Colín pre-novicia MAR
Comentarios
Publicar un comentario