Taller de vínculos, afectividad y sexualidad
TERCERA PARTE
Todos
tenemos etapas de nuestro desarrollo psicosocial, pues nacimos para
encontrarnos con el otro. Para presentar estas etapas se nos propuso dos
modelos según el modelo Freudiano lo
que mueve al ser humano a relacionarse es la gratificación de las pulsiones; la
primera etapa es la oral, donde el niño
aprende a manejar la frustración; luego
se presenta la anal donde se aprende a trabajar el control; la fálico edípica,
donde se presenta el complejo de Edipo y el niño se define sexualmente, latencia, donde la sexualidad se vuelca hacia la búsqueda del
conocimiento y los amigos; y por último la genitalidad adulta, donde se recapitula la sexualidad infantil
subordinada a la genitalidad. En este modelo para ser posible la sublimación es
necesario definir bien el fin que lleva a hacer, si mi fin es la pasión por el
servicio, por ahí enfoco todas mis energías.
El modelo
Objetal presenta que lo que nos mueve al vínculo es
la necesidad irrenunciable de amar y de soporte emocional; para la sublimación
en este modelo se propone el cambio en cuanto al objeto de deseo, buscar que mi
deseo sea constructivo para mí y para los otros.
El
apego es una necesidad humana, acercarme a alguien para ser yo, si en las
relaciones nos enfermamos, en las
relaciones nos sanamos, la mejor cura para el stress es tener a alguien
que me escuche; el ser humano puede renunciar a la intimidad sexual pero no a
la intimidad emocional.
Este
modelo nos presenta dos tipos de culpa: la culpa
depresiva, que me lleva a reparar el
daño, me arrepiento y hago consiente. Y la culpa
patológica que me lleva a lacerarme sin cambio, es autodestructiva.
En
la vida de todo ser humano es necesario mantener relaciones simétricas: de dar y recibir; a pesar de que se tengan relaciones asimétricas: donde yo estoy
a propósito del otro.
En
este modelo se presentan las etapas: oral:
donde se manejan las frustraciones y la realización, en esta etapa se forman
los adictos, psicóticos y psicópatas en los peores casos y los trastornos de
narcisismo y déficit; anal: donde se
trabaja la alteridad, el control, la necesidad del otro y aquí se desarrolla el
sadismo; Fálico Edípica: donde se
desarrolla la genitalidad, pero se resalta que antes de una intimidad sexual se
presenta una intimidad emocional. Estas serían las etapas más importantes en el
desarrollo psicológico de la persona desde este modelo.
Para
finalizar el taller compartimos algunos casos se religiosos con diversos
problemas de lo que se puede concluir que los vínculos simbióticos, vistos como
relaciones saludables de amor, equidad y justicia, donde todos crecen se hacen
necesarios en la vida religiosa, relaciones profundas son el sostén de crisis,
pues es Dios, el Dios de Jesús que se muestra en mi hermano.
Karen Polanco Novicia MAR
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