Lectio Divina VI Domingo de Pascua


LECTIO DIVINA VI DOMINGO DE PASCUA



Puedes acceder por medio de este link a la reflexión del Evangelio sonoro de este domingo: 

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ORACIÓN  INICIAL :  

Padre  Celestial  que  iluminas  con  tu  Santo  Espíritu,  te  pedimos  que  abras nuestro  corazón,  nuestra  mente  a  tu  Palabra  para  que  podamos  comprender  tu  mensaje  y  discernir  tu  voluntad  para  el  bien  de  todos nosotros  que  hoy  nos  disponemos  a  escucharte  y  amarte por  Jesucristo  nuestro  SEÑOR.  



LECTURA  DEL  SANTO  EVANGELIO  SEGÚN  SAN  JUAN  14, 23-29
23. Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
24. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
25. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.

26. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
27. Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
28. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
29. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.



COMENTARIO
V 23. Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.  Amar a Jesús es imitar sus  actitudes, entregarse  al servicio de los  hermanos como él  lo hizo, con  amor.  “Dios  es  amor”  dice  San  Juan  que  con amor,  creó  el  cielo  la  tierra,  el  universo y éste  es  el  mensaje  de  Jesús:  que  nos  amemos todos  como  Dios  nos  amó  desde  el  principio  y  nos  sigue  amando  en  Jesús.
V 24- 25 El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.  La  vida sin amor  no es  vida,  porque  el  amor  es  el  motor  inmóvil  de  la  vida,   es  la  necesidad primordial del  ser  humano:  sin amor,  la  vida  sería  catastrófica ( envidia, amargura  tristeza,  soledad  y  muerte); es  por  eso  Jesús  nos  dice  el  que  me ama escucha  mis  palabras. Jesús es  el  mensajero  de  Dios  que  nos  trae  la  buena  noticia  del  mandamiento del  amor;   no  solo  es  el  mensajero de  palabras  sino  que nos lo  enseñó  con  sus  obras.
V 25 26 Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.  Inicia  la  despedida de  Jesús,  su  Ascensión al  cielo pero  nos  deja  algo  muy  especial  que  es  el  Espíritu Santo.  Jesús  termina  su  misión  de  anunciar  y  mostrarnos  el amor  y  nos  consuela con  la  venida  del Espíritu que  nos  enviará  juntamente  con  el  Padre,  para recordarnos  lo  importante  que  es  el  amor  y cómo  debemos  vivir;   aquí  también  nos  hace  la  revelación  de  la  Santísima  Trinidad.      
V 27. Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. La  paz que Jesús  nos  deja  no  es la  ausencia de  problemas, de  enfermedades:  ni  de  males,  sino que  dejemos  de  preocuparnos  de  lo  material y  busquemos  los  bienes del  cielo  que  esos  son  los  que  dan  la  verdadera  paz y  aprender  a  confiar  en  la  bondad  y  providencia  de  Dios.
V 28. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amaráis, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Jesús  vuelve  a  mencionar el  amor  como  el  don entregado  sin  condición.  Jesús  va  al  Padre,  Jesús  conoce  la  condición  humana  que somos  egoístas;  es  por  eso que  dice:  “si  me  aman se  alegrarán  que  me  vaya”.  Es  una  forma  también  de  decirnos  que  debemos amar  con  alegría no  solo  por  nosotros  sino  por  el  bien  común.    
V 29. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Termina  instruyéndonos que debemos  empezar  a  amar  antes que  suceda  el mal  o  el  pecado del egoísmo, la  envidia  y  creer  que  la  Santísima Trinidad  nos  acompaña si  nosotros  creemos  y  cumplimos  e  imitamos  sus  obras,   viviremos  en  paz.
MEDITACIÓN   
Algunas  preguntas  que  nos  ayudarán a  meditar:
 ¿Qué  significa  el  amor? ¿Y,  amar  a  Jesús? ¿Permanecer  en  su  amor?¿Escucho  el  mensaje de  Jesús  y  lo  observo  como  guía  de mi vida ? ¿Escucho  la  voz  del  Espíritu  Santo  en  mi  interior  que  me  ilumina  y  consuela?  ¿Creo  y  confío  en  Dios que  quiere  que  seamos  felices?

La  buena noticia  que  nos  trae  Jesús de  parte  de  Dios  es  el  mandamiento  del  amor. Permanecer  en  mi  amor  es  confiar,  escuchar,  abrirnos a  la  realidad, tener compasión,   no ser  indiferentes. Ser  como  Jesús  que  vino  a trasmitir la  paz y el  amor,  no  importando  la  raza,  la  condición  social  ni  económica y  recordarnos  que  todos  somos  hermanos, hijos de  un  mismo  Padre  Creador.    
 
La  Santísima  Trinidad  ya   habita en  nosotros que somos   su morada;  lo  notaremos  si somos  conscientes de  su amor. El  Padre siempre  nos  bendice  con  sus  dones  y  su  gracia. El  hijo  nos  enseña a  vivir  confiando en  la  bondad  del  Padre, El  Espíritu  nos ilumina, guía  nuestro  camino  y nos  conduce  a  la  vida  eterna;  vida  que  empieza  desde aquí, estando en gracia ante  Dios, sirviendo,  amando, siendo  fraternos, pacíficos  y  confiando  en la  providencia  de  Dios.  

CONTEMPLACIÓN
Gracias te  doy  Padre  por  tu  palabra que  ilumina mi  mente  y  mi  corazón, gracias por  los dones  que  me  regalas  y  por  la  invitación  a  donarlos  sin  condición, gracias  por  tu  Espíritu  consolador,  gracias  por  el  mandamiento  del  amor que  es  esencial en mi  vida;   porque el  amor  es  comprensivo,  servicial,   no  tiene  envidia,  no  busca  el  mal (San  Pablo).   Gracias  por  la  paz  que  me  das,  por  la   invitación  a  desear  las  cosas  del  cielo,  no  las  de  la  tierra.  Bendito  y  alabado  seas  por  quedarte  conmigo Señor.
ORACIÓN  FINAL.
Gracias  Padre,  por  tu  presencia,  por  estar  entre  nosotros.  Agradecemos  tus  enseñanzas  por  medio  de  tu  Hijo  Jesús,   que  nos  llena  de  alegría al  recordarnos  que con  tanto  amor  nos  has  creado  y  sigues  preocupándote  e  interesándote  por  nosotros. Te  pedimos  que  te  quedes  a  nuestro  lado  y  nunca  nos  dejes  caer  en  la  tentación.  Amén.
Gregoria Chuc Pre-Novicia MAR

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